Beatriz Romanazzi habló con Radio UNLaR sobre el Cementerio el Salvador, Ciudad de los vivos/ciudad de los muertos, que fue declarado patrimonio cultural durante la primera década del 2000.
“Es importante saber que este cementerio es un patrimonio de la comunidad y es el único cementerio general y público de la ciudad, eso nos dimensiona la idea de que es para todas las creencias y para todos”, dijo la profesional.
El cementerio como necrópolis fue concebido a partir de nuestra independencia y creación de nuestra república: “Forma parte de cómo empiezan a concretarse las leyes, como la educación por ejemplo”.
El cementerio se concibe como una reducción simbólica de la ciudad, tiene los mismos elementos simbólicos de la ciudad, tiene calles, jerarquías, va del centro a la periferia. Su construcción que se bendice en 1893 recién comienza a manifestarse en 1920