Habían permanecido atrapados en el lugar durante semanas por fuertes combates entre Israel y Hamas, mientras Estados Unidos y mediadores internacionales continúan las gestiones para logar un alto al fuego. Hay expectativas ante el arribo de Erdogan a Egipto.
Decenas de desplazados palestinos evacuaron un hospital del sur de la Franja de Gaza donde permanecieron atrapados durante semanas por los combates entre Israel y Hamas, mientras que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, llegó a Egipto por primera vez en más de diez años para impulsar negociaciones en El Cairo en busca de una tregua.
Una delegación del grupo islamista palestino también arribó a la capital egipcia para discutir una propuesta de Estados Unidos, Egipto y Qatar de alto el fuego tras cuatro meses de hostilidades en Gaza, un día después de que el plan fuera abordado allí por los jefes de la inteligencia estadounidense e israelí, el premier qatarí y funcionarios egipcios.
La urgencia creció luego de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenara al Ejército preparar un ataque terrestre contra Rafah, la más sureña de las ciudades de la Franja y último refugio de más de un millón de desplazados palestinos de otras partes de la región costera.
La ONU dijo temer una «masacre» si Israel lanza esa incursión por tierra.
La operación militar israelí contra Hamas, una de las ofensivas aéreas y terrestres más mortíferas y destructivas de la historia reciente, se centra ahora en Khan Yunis, la mayor ciudad del sur de Gaza, escasos kilómetros al norte de Rafah, donde bombardeos y combates han reducido a escombros barrios enteros.
Los tres hospitales de Khan Yunis están aislados y rodeados por el Ejército y han sufrido bombardeos que atraparon en su interior a miles de desplazados, cientos de pacientes y decenas de médicos y trabajadores de la salud.
El Ejército había ordenado la evacuación del Hospital de Nasser y los otros dos de Khan Yunis, junto a sus zonas circundantes, el mes pasado.
Sin embargo, los médicos decían que los pacientes no podían salir o ser reubicados de manera segura, y miles de desplazados de otros lugares permanecían allí.
Los palestinos dicen que ningún lugar es seguro en el territorio asediado, con bombardeos israelíes en todas partes.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo la semana pasada que francotiradores israelíes apostados en edificios circundantes impedían que la gente entrara o saliera del Hospital Nasser.
Las autoridades sanitarias dijeron que 10 personas murieron dentro del complejo durante la última semana, incluidas tres que fueron baleadas este miércoles por el Ejército israelí.
Además, indicaron que unos 300 miembros del personal médico seguían atendiendo a unos 450 pacientes, incluidos heridos en los ataques. Unos 10.000 desplazados se refugiaban en el hospital antes de que comenzara la evacuación.