Según medios de Estados Unidos, las bombas que empleó el Ejército israelí en el ataque que dejó más de 40 muertos en Rafah tienen su origen en Estados Unidos.
Nuevas acusaciones caen sobre Estados Unidos por su papel en la guerra que se desarrolla en la Franja de Gaza. Según lo que se conoció en las últimas horas, las bombas que se utilizaron en el trágico ataque de Israel en un campo de desplazados en Rafah son de origen estadounidense.
Distintos medios explicaron que el armamento empleado por el Ejército israelí para el ataque dejó la muerte de 45 personas, donde la mayoría eran civiles, tienen su origen en Estados Unidos. Por ejemplo, The New York Times señaló que «los restos de munición filmados en el lugar del ataque al día siguiente eran de una GBU-39, una bomba diseñada y fabricada en Estados Unidos».
Además, sumaron que el punto clave estuvo en el hallazgo del sistema de actuación de la cola, que tiene su control sobre las aletas que comandan al GBU-39 hasta su objetivo. Además, un video filmado por el periodista palestino Alam Sadeq deja en evidencia un dato importante.
Las municiones tomadas muestran un número de serie que inicia en «81873», un código de identificación único que asigna Estados Unidos a Woodward, fabricante aeroespacial que suele suministrar materiales para bombas como la GBU-39, justamente.
La GBU-39, también fabricada por Boeing, es una munición de alta precisión «diseñada para atacar objetivos puntuales estratégicamente importantes» y provocar pocos daños colaterales, dijo a CNN el experto en armas explosivas Chris Cobb-Smith.
Sin embargo, “el uso de cualquier munición, incluso de este tamaño, siempre implicará riesgos en un área densamente poblada”, agregó el especialista, quien también es exoficial de artillería del ejército británico.