Maxi Bron, director de la carrera de Comunicación Social, reflexiona sobre el creciente impacto de la inteligencia artificial en nuestras vidas y las implicaciones éticas que esto conlleva. Subraya que, a pesar de que las empresas tecnológicas, como Facebook y Google, promueven sus herramientas como soluciones para el bienestar del usuario, en realidad están motivadas por el lucro. Estas empresas no solo recopilan datos de manera legal, sino que también logran anticipar las necesidades y deseos de los usuarios, a menudo antes de que estos los expresen.
Bron critica la actitud de figuras como Mark Zuckerberg, describiéndolo como evasivo y poco transparente durante sus comparecencias ante autoridades. Señala que no se esperan cambios significativos en su comportamiento, ya que los costos de los juicios son manejables en comparación con las enormes ganancias que obtienen de la recopilación de datos.
Un punto destacado en la entrevista en Hoy es Mejor fue la experiencia personal de un interlocutor, quien compartió su frustración al ser bloqueado por Facebook tras publicar una nota sobre la pobreza en La Rioja. A pesar de su intención de generar un debate sobre un tema crítico, la plataforma eliminó su publicación, alegando que parecía un intento de obtener «me gusta» de forma engañosa. Este incidente resalta cómo las redes sociales pueden limitar la discusión de temas importantes y cómo la automatización y los sesgos en las políticas de contenido pueden afectar la libertad de expresión.
Bron enfatiza la necesidad de una mayor alfabetización digital entre los usuarios, argumentando que a veces es necesario desconectarse de las plataformas para recuperar cierto control sobre la privacidad. Además, menciona la falta de protección legal en Argentina sobre el uso y el tratamiento de datos personales, lo que permite que las empresas eviten sanciones por mal uso.
El director hizo hincapié en cómo las grandes compañías priorizan el lucro sobre el bienestar de los usuarios. “Muchas veces, perder un juicio significa que les es más rentable que modificar sus prácticas. Se trata de un negocio donde se prioriza que el usuario pase la mayor cantidad de tiempo en sus plataformas para poder recopilar datos valiosos que luego pueden vender a anunciantes”, explicó.
La conclusión de Bron enfatiza que, al final del día, estas empresas priorizan su beneficio económico a expensas del bienestar de los usuarios, lo que plantea serias preguntas sobre el futuro de la interacción digital.
