La reciente declaración del subsecretario Álvarez ha generado una notable repercusión en la comunidad universitaria local. En un video que ha circulado ampliamente en medios y redes sociales, Álvarez hace referencia a que la UNLaR no ha rendido cuentas desde el período del año 2018, aunque sin especificar una fecha de corte precisa.
Rodrigo Ávila, titular de la Secretaría Administrativa Financiera, quien ha acompañado al rector en diversas reuniones presupuestarias ante la Subsecretaría de Políticas Universitarias, comentó sobre las manifestaciones realizadas por Álvarez. “Estamos hablando para entender esta referencia que hace Álvarez,” mencionó Ávila, quien también destacó la importancia de estas reuniones en el marco del tratamiento del presupuesto.
Ávila explicó que las auditorías nacionales han estado revisando los recursos asignados a la Universidad Nacional de La Rioja, cubriendo un período desde 2016 hasta 2019. Sin embargo, el subsecretario mencionó el año 2018 sin especificar una fecha de corte, lo que excede la actividad de la gestión actual. Ávila subrayó el compromiso de la gestión actual para colaborar con la Dirección Nacional de Presupuesto y solicitar informes sobre programas pendientes de rendición de cuentas.
“Entendemos que están trabajando en este informe para que podamos recepcionarlo y rápidamente trabajar sobre estas rendiciones,” afirmó Ávila. Además, destacó que la universidad está cumpliendo con las rendiciones de cuenta requeridas por las auditorías.
Ávila también aclaró que los recursos recibidos por las universidades nacionales a través de la Ley de Presupuesto tienen un tratamiento diferente a los recursos obtenidos por programas específicos. Este año, debido a la falta de sanción de la Ley de Presupuesto, las universidades recibieron recursos mediante un decreto del Poder Ejecutivo, publicado en el Boletín Oficial. El presupuesto asignado para el ejercicio 2023 sigue vigente.
Respecto a estos recursos, las rendiciones de cuenta se realizan mensualmente a través del sistema SIU Pilagá, enviando los archivos de ejecución de gastos a la Secretaría de Políticas Universitarias. Los recursos destinados a gastos en personal se gestionan de manera similar mediante el sistema RUM. “La universidad está al día con las rendiciones de cuenta,” aseguró Ávila, destacando que el balance semestral del ejercicio 2024 se presentará en tiempo y forma ante la Contaduría General de la Nación y la Subsecretaría de Políticas Universitarias.
En cuanto a los recursos extraordinarios recibidos a través de programas específicos, desde 2021 se rinden vía SITRARED, un sistema diseñado para la rendición de cuentas de estos recursos específicos. Antes de 2021, estas rendiciones se realizaban vía correo postal con acuse de recibo.
Carola Flores, encargada de la auditoría interna de la universidad, explicó la importancia del convenio firmado recientemente con la Sindicatura General de la Nación (SIGEN). “La SIGEN siempre ha coordinado el control externo de las universidades nacionales, mientras que cada universidad tiene su control interno a través de sus unidades de auditoría interna,” explicó Flores. En 2003, la estructura de SIGEN cambió, desvinculando a las universidades de su control. Sin embargo, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) recomendó que las universidades que deseen suscribir convenios con SIGEN lo hagan voluntariamente.
El rector anunció en mayo la firma de un convenio específico con SIGEN, que ya se ha concretado. Este convenio implica que SIGEN seguirá colaborando en el control interno de las universidades a través de las unidades de auditoría interna, emitiendo lineamientos y criterios de control. “Nos acompañan en el proceso de cada una de las auditorías que estamos haciendo y elaboramos un informe que remitimos a SIGEN,” añadió Flores. “No significa la intervención directa de SIGEN en las universidades, sino que lo hacen de forma coordinada a través de las unidades de auditoría interna.”
La auditora también mencionó que la universidad trabajó con SIGEN en 2021 y 2022, y la desvinculación fue solo en 2023. Con el nuevo convenio, SIGEN vuelve a colaborar en el control interno, más allá de las auditorías internas de la universidad. “Las auditorías internas se planifican con un año de antelación y examinan los procedimientos administrativos para asegurar que se aplicaron correctamente,” explicó.
Por su parte, Rodrigo Ávila concluyó llevando tranquilidad a la comunidad universitaria: “Estamos cumpliendo con los requerimientos de los organismos nacionales, cumpliendo con las rendiciones de cuenta a través de los mecanismos informados. Tenemos la voluntad, el compromiso y la responsabilidad para responder a esos requerimientos y cumplir con todo lo que se nos está pidiendo.”
Ávila también destacó que los refuerzos presupuestarios recibidos por la universidad actualizan el presupuesto reconducido, aunque no representan completamente las necesidades reales de las universidades nacionales. Estos refuerzos se rinden vía SITRARED, el sistema de gestión para fondos con afectación específica.
Por otra parte, Carola Flores recordó que, al no tener un presupuesto aprobado, los fondos se giran de manera discrecional, lo que complica la planificación financiera.
“Los refuerzos que hemos recibido son para atenuar el incremento de los costos de servicios e insumos, pero no para reforzar la cuestión salarial,” explicó Ávila. Los incrementos en gasto de funcionamiento han sido graduales, alcanzando un 270% en junio, pero se basan en un presupuesto reconducido calculado a noviembre de 2022.
Ávila también señaló que la falta de rendición de cuentas puede resultar en la suspensión de recursos con afectación específica. “Estamos a la espera del informe de la Subsecretaría de Políticas Universitarias respecto de aquellos programas que la Subsecretaría informa que la universidad está adeudando desde 2016 a 2018,” dijo Ávila. “Existe el compromiso, la voluntad y la responsabilidad de poder hacer frente a ese requerimiento y cumplir de forma dinámica.”
Rodrigo Ávila y Carola Flores agradecieron la oportunidad de aclarar estos puntos y reafirmaron su compromiso con la transparencia institucional que lleva adelante la UNLaR.
