La comunidad universitaria se prepara para una histórica marcha este miércoles, donde universidades de todo el país se suman para exigir soluciones a la crisis del sistema educativo. Francisca Staiti, secretaria general de CONADU, subrayó la urgencia de esta movilización, que aborda temas cruciales como el financiamiento y los salarios de docentes y nodocentes.
Staiti destacó que el reciente aumento presupuestario del 270% logrado en la marcha del 23 de abril no se ha traducido en mejoras salariales, afirmando que «el punto álgido hoy es lo salarial». La falta de financiamiento adecuado pone de manifiesto un problema aún mayor, donde vivimos un compromiso del PBI que no puede considerarse un déficit. La situación se agrava para las universidades del interior, que enfrentan recursos limitados.
Por otra parte, Staiti criticó la difusión de información errónea e insistió en que es trabajo de los docentes refutarla. “La sociedad ha entendido que, más allá de lo que digan las autoridades, la universidad la conocen desde mucho antes”, resaltó. La precariedad salarial y la relevancia de las universidades en el desarrollo territorial son temas que no deben ignorarse.
La marcha no es solo una protesta, sino un reclamo por el reconocimiento y una inversión considerada esencial para el futuro del país. “Este es un piso de solución a la situación que venimos atravesando, pero la lucha no termina aquí”, advirtió Staiti. La jornada esperada reunirá a miles de participantes, reforzando que las cuestiones relacionadas con la educación superior requieren un compromiso colectivo para lograr cambios sustanciales en el sistema universitario argentino. «Mañana, 2 de octubre, en cada uno de los lugares, vamos a la marcha», concluyó Staiti, reafirmando su compromiso con la educación pública.
