Luis Luna Mercado ha sido electo nuevamente como decano de la Sede Regional Aimogasta, representando al espacio “Nueva UNLAR”. Regresa a la conducción tras haber estado al frente durante las gestiones del rector Enrique Tello Roldán y luego de La Toma, con Fabián Calderón. Con un respaldo del 80% de los estudiantes (aunque fue única lista) y apoyo de graduados y docentes, está listo para enfrentar nuevos desafíos.
“Los resultados fueron muy positivos y reflejan la confianza en nuestro proyecto. Estamos preparados para un nuevo período de gestión”, afirmó Luna Mercado. Uno de sus planes es realizar un estudio integral de los planes de estudio en la sede.
Luna Mercado destacó la necesidad de nuevas carreras, como la Licenciatura en Informática o Ingeniería en Informática, para adaptarse al crecimiento de la comunidad universitaria, que supera los 500 nuevos inscriptos anualmente. Resaltó la importancia de fortalecer el equipo docente y sumar personal nodocente para gestionar el aumento de alumnos.
Sobre el presupuesto, declaró que “las universidades están en una situación crítica”. Para llevar a cabo muchas de sus propuestas, será fundamental establecer convenios con otros organismos y obtener recursos propios. Además, subrayó la necesidad de insumos para la unidad didáctica productiva, como mejorar la fábrica de pastas y panificación.
La mejora de la infraestructura también es una prioridad, destacando la necesidad de más aulas, mejor climatización y actualización de laboratorios. Además, planea crear un albergue para estudiantes y desarrollar un comedor, buscando prevenir el desgranamiento estudiantil.
Un objetivo clave en su agenda es la acreditación de la carrera de Ingeniería en Alimentos en el próximo año. “Lograr la acreditación es esencial para la institución. Debemos cumplir con los requisitos para extenderla por seis años más”, enfatizó.
Luna Mercado ha establecido comunicación con la actual decana, Andrea Mercado, para avanzar en proyectos en un contexto de crisis presupuestaria. También mencionó la importancia de gestionar un presupuesto más adecuado a las necesidades de la sede, dada su gran infraestructura.
Finalmente, enfatizó que es fundamental que la universidad se involucre con las comunidades y el mercado, asegurando una educación que cumpla con los estándares académicos y contribuya al desarrollo regional.
