En un giro inesperado que ha captado la atención de la opinión pública, el Ministerio de Capital Humano se encuentra en el ojo del huracán tras la revelación de la adquisición de una cafetera de más de 2 millones de pesos. La compra, que ha sido calificada como un «sobreprecio escandaloso», llevó a la ministra Sandra Pettovello a tomar medidas drásticas, despidiendo a la Subsecretaria de Gestión Administrativa, Constanza Casino.
El polémico artículo, una cafetera exprés Philips serie 2200, fue objeto de críticas no solo por su elevado costo, sino también por el contexto en el que se realizó. La ministra Pettovello compartió un video que mostraba el innecesario gasto, lo que avivó aún más las llamas del descontento público. «Se va a devolver», afirmó en un pronunciamiento posterior el presidente Javier Milei, marcando un claro rechazo hacia la decisión de compra.
Para entender mejor la magnitud del escándalo, nuestro móvil de exteriores se adentró en una casa de electrodomésticos en busca de la misma marca y modelo. Descubrieron que una cafetera de la competencia, la marca Oster, con características similares, se encuentra en el mercado por aproximadamente 1.098.000 pesos, un costo significativamente menor. En otro establecimiento, se encontró otro modelo de Oster que también presentaba prestaciones comparables, aunque con un precio cercano a 1.500.000 pesos.
Sin embargo, el escándalo no se limita a la gestión de Capital Humano. Recientemente, en el Ministerio de Economía, se anunció la compra de seis cafeteras por un total de 16 millones de pesos, generando denuncias de un sobreprecio del 90% en comparación con los precios del mercado. El ministro Luis Toto Caputo justificó la adquisición argumentando que tenía como objetivo crear un ambiente laboral agradable.
Este tipo de compras exorbitantes en tiempos de crisis económica y social han suscitado una creciente indignación, tanto en redes sociales como en la ciudadanía en general. La decisión de la ministra Pettovello de destituir a la funcionaria a cargo de la compra parece ser un intento de mitigar el daño reputacional que estos incidentes han causado al gobierno.
