El artista de 52 años, reconocido por sus papeles en “Grey’s Anatomy” y “Euphoria”, lo confirmó a través de una entrevista a una revista estadounidense.

«Me diagnosticaron ELA», reveló este miércoles el actor estadounidense Eric Dane a la revista People. Con 52 años, contó que pese a la enfermedad de la esclerosis lateral amiotrófica que lo afecta, continuará con el rodaje de la tercera temporada de la serie Euphoria (de Max), donde interpreta a Cal Jacobs, el padre de Nate (Jacob Elordi).
«Me siento afortunado de poder seguir trabajando y estoy deseando volver al set de Euphoria la semana que viene», ratificó el artista, también reconocido por su papel en la célebre ficción Grey’s Anatomy como Dr. Mark Sloan. En este marco, pidió que se respete su «privacidad» y la de su familia.
«Estoy agradecido de tener a mi querida familia a mi lado mientras navegamos por este nuevo capítulo», afirmó el actor, casado con su colega Rebecca Gayheart, con quien tuvo dos hijas, Billie Beatrice, de 15 años; y Georgia Geraldine, de 13.
Además de Dane, otras estrellas notables a las que se les diagnosticó ELA son Aaron Lazar, John Driskell Hopkins, Eric Stevens, Joe Bonsall, Roberta Flack, Kenneth Mitchell y Stephen Hawking.
El 21 de junio se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la ELA, fecha impulsada por asociaciones de pacientes de todo el mundo para sensibilizar sobre esta enfermedad y exigir más investigación.
Qué es la ELA
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que provoca parálisis muscular progresiva y que, según explican especialistas, afecta a entre 5 y 6 personas de cada 100 mil habitantes en el mundo.
Actualmente la ELA no tiene cura, pero sí existen tratamientos, tanto clínicos como farmacológicos, que ayudan a enlentecer los avances de la parálisis.
«La ELA provoca la muerte de las células motoneuronas, las encargadas de mover los músculos voluntarios del cuerpo», explicó a Página/12 Darío Ryba, presidente de la Asociación ELA Argentina.
«Las personas que la tienen van perdiendo progresivamente la capacidad de mover sus miembros superiores o inferiores, y también pueden tener problemas con la fonación, al tragar o al respirar, provocando incluso insuficiencias respiratorias», agregó.
Sin embargo, el especialista aclaró que no todos los síntomas se manifiestan al mismo tiempo ni afectan a todos por igual, por lo que tanto el progreso de la enfermedad como el período de supervivencia después del diagnóstico depende de cada paciente en particular.
Sobre los tratamientos, explicó: «Es tratable clínicamente, con procedimientos multidisciplinarios específicos, y farmagológicamente: al día de hoy hay dos medicamentos que pueden enlentecer los efectos de la enfermedad».
La ELA puede afectar a adultos de cualquier edad, pero la mayor parte de los casos se reportan en personas mayores de 40 años, con una mayor incidencia entre los 50 y los 70.
«Es una enfermedad brutal, con un pronóstico muy complejo, pero hay que atravesarla con esperanza en la ciencia, para que pronto salga una droga que pueda frenarla o curarla», señaló Ryba.