Declararon Dalma Maradona y el abogado Víctor Stinfale por la muerte del 10

En la undécima jornada de audiencias, los dos declarantes apuntaron contra el doctor Luque. La polémica por la internación domiciliaria.

Dalma Maradona y Víctor Stinfale, un amigo y ex abogado de Diego, declararon en la 11º audiencia del juicio por la muerte de Maradona frente al Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de San Isidro.

Los jueces Maximiliano Savarino, Julieta Makintach y Verónica Di Tomasso buscaban obtener mayor información sobre la reunión en la Clínica de Olivos donde se habría decidido la internación domiciliaria, ya que consideran a esa decisión como trascendental en la sucesión de hechos y decisiones que finalizaron con la muerte del Diez.

Antes de las declaraciones, Fernando Burlando, el abogado de Dalma y Giannina, apuntó contra el entorno médico de Maradona porque «hay abundante material de que le restringían de manera permanente las visitas, supuestamente por el bien de Diego». Según Burlando no querían que les quitaran «poder», por lo que «las hijas de Diego y hasta la propia Claudia los estorbaban».

Llegó el turno de Dalma

Este martes por la tarde la hija mayor de Diego Maradona testificó por primera vez y dijo que el mal momento de su padre había comenzado un tiempo antes. «Más o menos seis meses antes mi hermana Giannina y yo lo veíamos muy deteriorado», manifestó Dalma.

Incluso dijo que les preocupaba verlo al hablar con sus nietos. “Le habíamos dicho a Luque, Cosachov y Díaz que no lo veíamos bien a papá. Caminaba mal, a veces lo sentíamos un poco perdido, nos llamaba por videollamada y no entendíamos lo que decía. Nos decían que era momentáneo, que tenía semanas buenas y malas», señaló Dalma. La hija del ex futbolista indicó que «en el último tiempo ya no lo reconocía».

Además, como el resto de los familiares y allegados al ex futbolista, Dalma reprobó el trabajo de Leopoldo Luque. Ella afirmó que recién lo conoció en la Clínica de Olivos y que en esa reunión les propuso que se sume un médico clínico, pero «nunca le dieron lugar» a esa idea. De todas formas, para Dalma no fue un hecho puntual ya que «nos decían que sí, que podíamos opinar, pero nunca nos daban lugar».

Dalma contó que “nos prometieron una internación domiciliaria que nunca sucedió. No hubo ambulancia ni enfermeros. Nos prometieron enfermeras 24 horas, gente que estuviera ahí para tomarle la presión y darle las pastillas. También acompañantes terapéuticos, una ambulancia y aparatología que la daba la prepaga. Eso nunca pasó”. Además criticó que «la idea de que mi papá fuera a una clínica no les convenía a ellos porque se les podía caer algun contrato».

Dalma afirmó que tampoco estaban de acuerdo con el domicilio elegido para la internación. «Gianinna le pasó a Pomargo tres opciones de casas, para que se lo pasara a Vanesa Morla y le dijeron que esas opciones eran mucho», relató la hija de Diego y Claudia, que señaló que él mismo podría haber pagado esas opciones. También denunció «nos hicieron creer que había una urgencia de que mi papá salía de la clínica y no tenía a dónde ir y la llamaron a Jana para que firmara».

Por otro lado, destacó que «las únicas personas que podían formar parte del equipo médico tenían que ser Luque, Cosachov y Díaz», los acusados más complicados, y apuntó que había cosas del primero «que no nos convencían», agregando que él y su hermano habrían estado «involucrados en un hecho de una persona que había muerto en año nuevo», algo que Luque negó. En el juicio Dalma declaró contra los tres «por la manera en que se referían a mi papá, cómo se reían de él y cómo encararon el tratamiento». Y reclamó que «si ellos hubieran hecho su trabajo, esto se hubiera evitado».

Entre lágrimas, Dalma contó cómo vivió el día del fallecimiento de su padre. Giannina la alertó porque Diego no se sentía bien y fue con su madre hasta San Andrés. Cuando llegó a la habitación vio a su papá «muy hinchado: la panza, las manos, todo el cuerpo». Además, criticó el estado en que estaba esa vivienda: «El lugar era un asco, había olor a pis, la cama era un asco y había un inodoro portátil, había unos paneles en las ventanas para que no entrara luz» dijo Dalma, que aseguró que «no recomendaría esa casa para una internación domiciliaria».

Tampoco dejó de señalar las actividades del entorno legal y del equipo médico para que se alejaran de Diego: «Me consta que Vanesa y Matías Morla, Pomargo, Luque y Agustina (Cosachov) son parte de un equipo que no hicieron nada para que pudiéramos estar cerca ni que él estuviera bien».

La hija del Diez también criticó a Matías Morla, el abogado de su padre, que le pedía «que hiciera videos diciendo que estaba bien de salud», algo que se evidenció que no era así el 30 de octubre de 2020, último cumpleaños de Diego con vida. Para ella el origen del aislamiento fue un día que Víctor Stinfale y Matías Morla le pidieron a ella y a Giannina que convencieran a Diego para hacer negocios con ellos. Ante la negativa «nos convertimos en lo peor», describió. De esa forma mencionó que cuando acordaban para verse, él estaba bien y «cuando llegábamos estaba mal, borracho» y que en su cumpleaños vio que él tenía su celular «en modo avión para que no le entraran llamadas».

Las palabras de Stinfale

El primero en declarar fue Víctor Stinfale, amigo y ex abogado de Maradona. El testigo contó la conversación con Luque previa a la operación del hematoma subdural de Diego. «Luque me comunica que lo va a operar a las 20 y ahí le dije `no, flaco, vos no vas a operar a nadie´», y luego Stinfale enfatizó su respuesta: «Es Maradona. Hay que buscar a los mejores 4 especialistas de cerebro del país. Vos no vas a operar a Maradona del cerebro'».

Finalmente Giannina Maradona respaldó la decisión de Stinfale, por lo que Luque aceptó y no operó al ídolo popular. «Rubino me dijeron que lo iba a operar», afirmó Stinfale, aunque el Diez fue al quirófano pensando que quien lo operaría era el neurocirujano ahora imputado.

Stinfale, ex abogado de Maradona, con quien tuvo una amistad, comentó que tras la intervención quirúrgica «me llamaron las hijas que querían hacer una reunión para hablar de la externación». «Por lo que yo sabía, Diego se quería ir de la clínica y en esa reunión se habló de la internación domiciliaria. Estuvo Luque, Cosachov, Pomargo, el psicólogo Díaz, Ojeda, las tres hijas, el sobrino de Diego». Stinfale describió a la instancia como «cordial» con «todas las partes», aunque lamentó que «lo que se habló en esa reunión, no sucedió».

La crítica más explícita de Stinfale a Luque llegó después. «Luque era quien mediaba para que los médicos pudieran hacer su trabajo. Yo entendí que ese era el papel de Luque», señaló el abogado, que sostuvo: «faltó un director de orquesta» y que «si ponían a (Verónica) Ojeda a cuidarlo, Diego no se moría». De todas formas, las recriminaciones fueron generales a todo el equipo médico. «Se preocuparon por la adicción de Diego y no se preocuparon por el corazón», reclamó Stinfale.

Por último, todavía apuntando contra el entorno medicinal, Stinfale afirmó «yo escuché que un enfermero dijo que Maradona estaba en 110 pulsaciones en reposo. Si eso es así es una locura no internarlo, tenes que llamar a una ambulancia, un médico, algo». Así concluyó que «no se hicieron bien las cosas» en el barrio San Andrés.

FUENTE PAGINA 12

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