La hermana Silvia Somaré, quien vivió en La Rioja por cuatro años y actualmente reside en Tucumán, compartió sus sentimientos tras el fallecimiento del Papa Francisco y su enriquecedora experiencia al conocerlo.
La noticia de la muerte del Papa, ocurrida de manera repentina, generó consternación en la comunidad católica mundial. A pesar de que su salud fue un tema de preocupación durante meses, la velocidad del desenlace sorprendió incluso a quienes seguían de cerca su estado. «A las pocas horas de su fallecimiento, me desperté con la noticia en la radio. Al principio, la tomé como un rumor, pero pronto supe que era cierta», relató la hermana Silvia.
En su mensaje, la hermana mostró una profunda tristeza, pero también una celebrada alegría al recordar la vida de un hombre que, a pesar de sus dificultades, continuó trabajando hasta el final. «El Papa no temió mostrar su vulnerabilidad. Horas antes de su muerte, aún se dirigió a su pueblo. Y me llena de alegría que, incluso en ese momento, se preocupó por todos nosotros», reflexionó.
Un legado de voz y acción para los jóvenes
La religiosa enfatizó un mensaje fundamental del Papa: la necesidad de dar voz y empoderar a los jóvenes. “Francisco dice que los jóvenes tienen que hacer lío. Pero muchas veces no les permitimos ocupar su lugar, los criticamos y los relegamos a tareas menores”, comentó. “Cuando ellos quieren participar, todos los asientos están ocupados. Este es un llamado a la reflexión sobre cómo integramos a las nuevas generaciones.”
La hermana también resaltó cómo el Papa abordó la “economía del derrame” y las severas divisiones sociales que persisten: “Aunque a veces se celebra la riqueza generada, muchos quedan excluidos de ella. En el libro que escribí, uso el ejemplo de una fiesta donde unos pocos disfrutan mientras otros quedan con las sobras. Es una injusticia que debemos enfrentar”, explicó.
Un encuentro conmovedor
La hermana Silvia tuvo la oportunidad de conocer al Papa hace dos años, un momento que describe como un “regalo de Dios”. Durante su visita a Roma, pudo entregarle un libro que escribió sobre la evangelización. “Le tomé las manos y le agradecí por su entrega y generosidad. Él me dijo, como siempre, ‘Reza por mí’, y yo le respondí, ‘Y usted rece por mí’”, recordó emocionada.
En esa conversación, el Papa no solo mostró interés por su trabajo en La Rioja, sino que también destacó la importancia de cuidar a las mujeres, enfatizando su rol fundamental en la sociedad. “Las mujeres son quienes nos sostienen con su cariño y sensibilidad”, mencionó Silvia, recordando cómo Francisco alentó sus esfuerzos en el área de comunicación y apoyo a mujeres vulnerables.
El papel de la mujer en la iglesia
La hermana Silvia discutió cómo Francisco ha dado mayor protagonismo a las mujeres en la Iglesia. “Él dice que debemos valorar el rol de la mujer desde el servicio, no desde la servidumbre. Nos invita a pensar y tomar decisiones, y repite: ‘No hay cenicientas en la iglesia.’ Tenemos que convencernos de que tenemos nuestro lugar y luchar por él”, afirmó con determinación.
Ante la pregunta sobre el futuro de la Iglesia sin la presencia de Francisco, Silvia es optimista. «Lo que hizo Francisco llegó para quedarse. Ha traído nuevos estilos y nuevos impulsos, y aunque pueda haber matices, creo que no hay vuelta atrás”, aseguró. «El deseo de muchos es que este estilo de Francisco continúe, y debemos recibir con cariño al próximo Papa.»
Silvia explicó que si bien Francisco no estaba en las listas de candidatos antes de ser elegido, el próximo Papa podría sorprender a todos. «La vara está bien alta, pero el futuro será guiado por el Espíritu Santo, quien sabe lo que la Iglesia necesita», concluyó la hermana.
La muerte del Papa Francisco se siente profundamente; sin embargo, su legado sigue guiando a muchos, incluidas voces como la hermana Silvia, quienes se comprometen a vivir y transmitir la esencia de su mensaje a las nuevas generaciones.