Las elecciones legislativas en Chaco se llevaron a cabo con un clima relativamente tranquilo, sin incidentes graves de violencia, aunque sí se reportaron algunos robos de boletas, un problema frecuente en procesos electorales. Sin embargo, la estrechez del proceso y las irregularidades en torno al centro de cómputo generaron conflicto.
Uno de los aspectos más destacados fue la controversia en torno a la empresa ECOM CHACO, responsable habitual del conteo en la provincia. Por primera vez en 40 años, esta empresa fue sustituida en el proceso, y personas externas, cuyo origen y antecedentes no estaban claros, fueron incorporadas de último momento para gestionar los datos del conteo. La decisión fue resistida por las fuerzas políticas opositoras, que denunciaron irregularidades y impidieron en un principio el ingreso de veedores autorizados por el Tribunal Electoral. Este episodio levantó suspicacias sobre la transparencia del proceso.
Cabe señalar que ECOM CHACO, empresa estatal con fuerte influencia política, tradicionalmente operaba en espacios como la impresión de recibos y facturas, siempre bajo gestión con perfiles ligados al gobierno. La reciente incorporación de personal externo y la recuperación del control dentro del edificio de la empresa, en contra de prácticas habituales, contribuyeron a tensar aún más el escenario.
En cuanto a los resultados, el oficialismo logró retener la mayoría de las bancas en la legislatura, aunque la composición quedó muy ajustada y sin mayorías absolutas. La participación electoral fue baja, con apenas un 50% del padrón, reflejando una fuerte apatía hacia la política y una creciente desafección en la población.
El análisis político señala que, aunque los votos favorecieron al partido oficial y a la figura de Javier Milei, los resultados no muestran una victoria arrasadora, sino un escenario de balance y negociación inevitable en las próximas semanas, explicó la periodista Cecilia Insaurralde. La relación de fuerzas en la legislatura y el alineamiento del gobernador con la coalición Libertad Avanza también marcan tendencia hacia un proceso de negociación política aún más complejo.
En un contexto nacional marcado por polarización y desencanto, las elecciones en Chaco evidencian un electorado que, aunque dividido, mantiene un nivel de participación bajo y un cierto cansancio frente a las disputas tradicionales. Se espera que en los próximos meses se consolidan las nuevas alianzas y se definan los escenarios políticos en una provincia clave del norte argentino.