La adopción en Argentina ha avanzado en reformas legales y sociales, buscando garantizar derechos y facilitar la unión de niños vulnerados con familias responsables. En La Rioja, la jueza Alicia Valdéz, responsable del Juzgado de Menores de la Primera Circunscripción, explica el estado actual del sistema y los desafíos que enfrentan.
En la provincia, actualmente hay unos 10 niños en condición de ser adoptados, todos en la primera circunscripción judicial. La magistrada advirtió que los grupos de hermanos, los niños con discapacidad y los mayores de 7 años enfrentan una demanda menor por parte de las familias postulantes. «La mayoría de quienes desean adoptar prefieren niños menores de 5 años, y solo un pequeño porcentaje está dispuesto a adoptar niños con discapacidad o en grupos de hermanos», señaló.
Los datos también revelan que, a nivel nacional, muy pocas personas se interesan en adoptar en estas categorías: por ejemplo, sólo uno de cada diez postulantes estaría dispuesto a asumir la adopción de un niño con discapacidad, lo que apunta a una dificultad para encontrar hogares para estos casos. Esto hace que las convocatorias y campañas específicas no hayan tenido aún resultados positivos en aceptar a estos niños.
Respecto al proceso, Valdéz explicó que tras las charlas informativas, que son un paso obligatorio, los interesados pueden continuar con la evaluación social y psicológica. Estos exámenes ayudan a determinar si la persona tiene capacidades mínimas para responder a las necesidades de un niño, especialmente en casos donde los menores vienen con historias de vulneración. Los postulantes inscritos en el Registro Único de Aspirantes a Adopción también entran en una red federal, facilitando que puedan ser considerados en todo el país.
El registro ha ampliado sus horizontes: ahora pueden inscribirse personas solteras, parejas en unión convivencial, parejas del mismo sexo, monoparentales e individuos con diversidad familiar. «Antes solo podían adoptar parejas heterosexuales casadas, pero hoy todo esto está respaldado por el Código Civil y está abierto a diferentes formas de familia», afirmó la jueza.
A partir de la inscripción, se realizan evaluaciones sociales y psicológicas para verificar si los adultos tienen las condiciones y capacidades para adoptar niños que, en muchos casos, ya han sido vulnerados en sus derechos. Cuando la evaluación es positiva, se inicia un proceso de vinculación, que contempla un período de cuidado y acompañamiento, en el que se analiza la compatibilidad del vínculo entre el niño y los futuros padres a través de un proceso de guarda con fines de adopción.
Finalmente, Valdéz indicó que las charlas informativas de adopción están abiertas a toda la comunidad y se pueden consultar en la página web de la función judicial, donde se publican las fechas. Pueden ser presenciales o virtuales, brindando mayor acceso a quienes estén interesados en ser adoptantes. La sede del Sistema de Adopción y Guarda está ubicada en la calle San Martín, entre Dalmacio Vélez Sarsfield y Santa Fé, justo al lado de una zapatería, para facilitar la ubicación.
Un llamado a la comunidad: La jueza Valdéz agradeció a los medios y a la sociedad por su interés, destacando que ese contacto ayuda a llegar a familias dispuestas a ofrecer un hogar a los niños que hoy esperan en lista de adopción. «Quizás, con esta información, uno de los niños en lista pueda acceder a una familia que lo cuide y lo valore», concluyó.