Luego de un enriquecedor conversatorio con estudiantes de Trabajo Social, el profesor Víctor Robledo abordó la historia, cultura y situación actual de La Rioja, resaltando la importancia de valorar nuestras raíces y tradiciones. Robledo explicó que muchas de las variedades de uva, como la Arauco, que identifica a la provincia, enfrentan actualmente una crisis con plantas enfermas y secas, poniendo en riesgo la producción vitivinícola local.
El historiador destacó que, aunque la presencia indígena en términos poblacionales es escasa, abundan los apellidos, nombres y topónimos de origen indígena en toda la provincia, especialmente de los pueblos diaguitas y quichuas, que llegaron en el siglo XV y posteriormente sufrieron el impacto de esclavitud y colonización. Mencionó que Sanagasta, por ejemplo, significa «pueblo de negros», reflejando una colonia de esclavos liberados con alta incidencia de albinismo, estudiada por un médico argentino que recorrió distintas regiones del mundo.
Robledo también resaltó el papel de las familias que dominaron vastas tierras en la zona del mayorazgo, como los Brizuela y Doria, quienes inhibieron el surgimiento de caudillos locales en Chilecito, controlando el territorio a través del centralismo. En ese contexto, advirtió sobre el riesgo que implica que más de la mitad de la población de La Rioja viva en su capital, un patrón que refleja el modelo centralista que busca consolidar el control del interior.
Finalmente, el experto instó a fortalecer la identidad regional mediante el reconocimiento de productos típicos como la vid y el olivo, y a reivindicar una economía más equilibrada que tenga en cuenta las potencialidades culturales y productivas propias, para garantizar un desarrollo más justo y federal en la provincia.