Listos para la Tercera Guerra Mundial: China y Rusia invirtieron en una tecnología militar que preocupa a Estados Unidos

Este novedoso armamento aéreo podría cambiar para siempre el equilibrio del poder en un eventual conflicto de escala mundial.

En medio de las tensiones por el control geopolítico de Asia y Europa del Este, una nueva preocupación militar cautivó a los especialistas y preocupó a Estados Unidos en materia de superioridad aérea, gracias a los avances de sus máximos rivales: China y Rusia.

Justamente, ambos países invirtieron en sistemas que podrían amenazar directamente la seguridad nacional estadounidense. Esta tecnología podría cambiar para siempre el equilibrio del poder en un eventual conflicto de escala mundial.

La clave de la ventaja aérea estadounidense reside en sus aviones furtivos, como el F-35 Lightning II o el bombardero B-2 Spirit, diseñados para operar sin ser detectados por radares enemigos. Esta capacidad de «invisibilidad» permitió lanzar ataques sin advertencias.

Sin embargo, según los últimos informes, China y Rusia desarrollaron sistemas capaces de detectarlos. Las nuevas plataformas usan radares de frecuencia muy baja, conocidos como radares VHF, que operan en bandas donde los materiales furtivos pierden efectividad.

¿Cómo funcionan los radares VHF?
China introdujo el JY-27A, con una matriz de radar de barrido electrónico activo (AESA) que amplía el rango de detección. Rusia, por su parte, desplegó el sistema Nebo-M, que combina bandas VHF, UHF y L para rastrear aeronaves con baja firma de radar.

Ambos países integran estos radares con sensores satelitales y sistemas aéreos para obtener una visión en capas del espacio aéreo.

¿Qué consecuencias puede tener esta tecnología?
El impacto potencial de esta tecnología es enorme. Si China y Rusia pueden rastrear a los aviones más avanzados de Estados Unidos, la estrategia militar estadounidense basada en ataques sorpresa quedaría obsoleta. A continuación, algunos riesgos estratégicos:

Estados Unidos podría perder su capacidad de respuesta rápida y sigilosa.
China y Rusia ganarían control sobre zonas clave como el estrecho de Taiwán o el Báltico.
La disuasión nuclear también se vería afectada, al exponer bombarderos estratégicos antes invisibles.
El sistema antiaéreo ruso Nebo-M. Foto: X @ultrarrowEl sistema antiaéreo ruso Nebo-M. Foto: X @ultrarrow

Un reciente incidente en Yemen refuerza esta preocupación. Según algunos medios occidentales, un F-35 estuvo a punto de ser derribado por sistemas A2/AD operados por rebeldes hutíes, posiblemente con apoyo tecnológico extranjero.

En el pasado, Serbia logró derribar un F-117 Nighthawk usando tácticas similares con sistemas de radar soviéticos en 1999. De esta manera, luego de muchos años y gracias al avance de tecnologías más avanzadas, el histórico dominio de EE.UU. podría estar en peligro

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