En Argentina, los casos de intentos de suicidio continúan en aumento, especialmente en el contexto postpandemia. Un informe reciente revela que, entre abril de 2023 y abril de 2025, se registraron 15.807 intentos en todo el país, lo que equivale a un promedio de 22 episodios diarios, casi uno cada hora. La problemática afecta especialmente a adolescentes, jóvenes y personas en situación de vulnerabilidad social y económica.
El Dr. Enrique de Rosa, psiquiatra y neurólogo, explica que estos números reflejan un malestar profundo en la sociedad. Además, destaca que los intentos de suicidio en Argentina son notablemente más frecuentes en varones, quienes predominan en las estadísticas de pasajes al acto. “El suicidio no tiene que ver con el coraje, sino con una ausencia de frenos inhibitorios que puede estar influida por mandatos culturales o una propensión a la impulsividad en los hombres”, puntualiza.
El especialista advierte que la tendencia a la intolerancia, la frustración y la visión catastrófica de la vida son factores que incrementan el riesgo. “El problema no es solo detectar las señales, sino entender que muchas veces no hay señales claras o inmediatas. La conducta suicida muchas veces es el resultado de un proceso largo de insatisfacción y vacío existencial”, afirma.
Un elemento clave en el contexto actual son las redes sociales, que muchas veces generan una sensación de vacío o insatisfacción crónica en los jóvenes. Según De Rosa, “las redes, como TikTok, contribuyen a una sociedad del vacío, donde la búsqueda de validación en likes y comentarios sustituye vínculos reales y profundos”. Además, menciona el peligro de los retos virales y juegos peligrosos, que en algunos casos impulsan autolesiones en menores y adolescentes.
Desde la perspectiva de los medios de comunicación, el Dr. De Rosa resalta la responsabilidad y el papel de los medios en la difusión del tema. “Es fundamental hablar abiertamente, sin sensacionalismo, para reducir el estigma. Hay normas internacionales de la Organización Mundial de la Salud y asociaciones de periodistas que orientan cómo tratar estos temas”, comenta.
Para prevenir el suicidio, el especialista insiste en que la clave está en actuar mucho antes de que la persona llegue a manifestar signos claros de riesgo. “Debemos preocuparnos por el malestar psíquico generalizado y crear espacios de diálogo, acompañamiento y prevención temprana. La reflexión social y cultural sobre el sentido de la vida y la intolerancia que cultivamos como sociedad son fundamentales en este desafío”, concluyó.