El director de Planificación Municipal de la ciudad, Sergio Rivadero, explicó en una entrevista que la notificación enviada el fin de semana a los vecinos de la avenida San Francisco causó confusión, ya que en ella se rumoraba una posible ampliación para una ciclovía, información que fue desmentida categóricamente por el municipio.
Rivadero aclaró que la comunicación enviada no implica ninguna modificación en la línea municipal ni la implementación de una nueva ciclovía en la zona. En realidad, el objetivo del municipio es hacer respetar las líneas existentes y evitar que lotes avanzaran sobre espacios públicos, como veredas y terrenos destinados a espacios comunes, mediante la colocación de alambrados, piedras o construcciones en áreas que deben mantenerse libres para uso público.
El funcionario explicó que el avance sobre estos espacios afecta la circulación peatonal y la accesibilidad, y que el municipio trabajará con los vecinos afectados para buscar soluciones conjuntas. En casos donde se hayan construido muros o medianeras sobre el espacio público, estos deberán ser eliminados para garantizar la libre circulación.
Respecto a los comercios que ocupan veredas, como verdulerías y restaurantes con mesas en la calle, Rivadero indicó que cada caso debe ser analizado individualmente y en diálogo con los propietarios y las autoridades correspondientes. Se contempla la posibilidad de tributar por el uso del espacio público si correspondiere, y el municipio trabaja en un plan de créditos con tasa diferencial para facilitar la regularización de las veredas, dentro del plan conocido como «Vereda».
Sobre la responsabilidad de mantener las veredas, el director aclaró que la línea municipal, que delimita el espacio público del privado, es otorgada por el municipio a través de la Dirección de Catastro, y que la responsabilidad sobre la vereda hacia afuera del límite la tiene la Municipalidad, mientras que hacia adentro corresponde al propietario.
En otro orden, Rivadero informó que el plan de ordenamiento urbano busca también mejorar el estado de las veredas y los vallados en diferentes zonas de la ciudad, así como actualizar el actual código de edificación, que data de 1989, para limitar alturas en el centro y permitir mayores construcciones en otras áreas, siempre con la participación de todos los actores sociales involucrados.
Finalmente, el funcionario aclaró que los tachos de basura en las veredas no están permitidos y que el municipio trabaja en regular estos aspectos para mejorar las condiciones urbanísticas de la ciudad.