El pollo gana terreno en el consumo argentino frente a la carne vacuna

En Argentina, tradicionalmente reconocida por su consumo de carne vacuna, el pollo ha ido ganando protagonismo en la dieta de los hogares. Según Enzo Giraldo, propietario de la cadena Los Granjeros, el consumo de carne aviar ha experimentado un crecimiento constante, modificando los hábitos de compra de los consumidores.

Si bien la venta de pollo no ha aumentado en términos absolutos, sí ha cambiado la forma en que la gente compra. Giraldo señala que antes se adquiría el pollo entero, mientras que hoy se prefiere comprar por partes, eligiendo cortes específicos como muslos, alitas o menudos según la necesidad del momento. Esto ha permitido que la venta se mantenga estable y que los consumidores administren mejor su gasto.

Actualmente, el kilo de pollo se comercializa a 3,500 pesos, mientras que la pechuga fresca alcanza los 8,000 pesos. Los cortes más económicos, como menudos y rancho, rondan los 2,000 pesos el kilo, convirtiéndose en opciones viables para quienes buscan ajustar su presupuesto sin renunciar a la proteína. Giraldo destaca que los precios se han mantenido estables durante los últimos tres meses e incluso algunos cortes han registrado una leve baja, especialmente aquellos que no se exportan.

A diferencia del pollo, el precio de los huevos ha experimentado un alza significativa debido a factores estacionales, como el impacto de las altas temperaturas en la producción. Sin embargo, se espera que el costo se normalice en las próximas semanas, tras haber registrado una baja del 5% recientemente. Actualmente, el precio del cartón de huevos oscila entre 5.000 y 7500 pesos, dependiendo del tamaño.

Los comercios han adoptado estrategias para mantener la demanda, ofreciendo promociones en milanesas, muslos y recortes de pechuga, opciones que los clientes buscan cada vez más. La tendencia apunta a compras más ajustadas, donde los consumidores adquieren solo lo que pueden pagar en el momento, optando por cortes más accesibles y aprovechando descuentos.

Giraldo enfatiza que, en este contexto, nada del pollo se desperdicia. Cada parte es aprovechada en la cocina, ya sea para caldos, sopas o guisos, adaptándose a la realidad económica de muchas familias. Con un precio más competitivo en comparación con la carne vacuna y el cerdo, el pollo sigue consolidándose como una alternativa accesible

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