En medio de cierta confusión y preocupación de los vecinos, el municipio de la ciudad anunció recientemente un plan de ordenamiento urbano en la Avenida San Francisco, con el objetivo de regularizar los espacios que han sido ocupados de manera informal por propietarios y comerciantes, en algunos casos, sobre el espacio público.
Para aclarar los detalles y explicar en qué consiste realmente esta iniciativa, conversamos con Gonzalo Bustos, Secretario de Obras Públicas del municipio. Según Bustos, la medida no implica modificar la línea municipal de los planos catastrales, sino que busca restaurar los límites originales entre lo privado y lo público, que en muchos casos han sido tergiversados por construcciones y cerramientos indebidos.
“Lo que estamos haciendo es ordenar estas cuestiones que, si bien están normalizadas en algunos casos, deben ser corregidas. La propiedad privada ha avanzado sobre el espacio público, y nuestro trabajo es cuidarlo y protegerlo”, explicó Bustos.
Un diagnóstico previo revela que en toda la ciudad, y particularmente en la Avenida San Francisco, hay numerosos ejemplos de esto: verjas, muros y techos que invaden el espacio público, generando obstáculos para peatones. La situación se agrava en una de las veredas más amplias de la ciudad, donde algunos propietarios han avanzado con verjas, muros y rejas más allá de la línea municipal, convirtiendo parte del espacio público en privado sin autorización.
El plan contempla la demolición de estas construcciones indebidas, un proceso que puede realizarse en conjunto con los propietarios, evaluando costos y procedimientos para devolver el espacio a la comunidad. Bustos aclaró que esta no es una expropiación, sino una devolución del espacio público a todos los ciudadanos.
“El espacio público es de todos, no de un propietario. Cuando hay construcciones que avanzaron indebidamente, se deben demoler. Podemos acompañar a los propietarios en ese proceso para que sea más sencillo y positivo”, detalló.
Respecto a las viviendas particulares construidas bajo otras normativas urbanísticas, Bustos explicó que el cambio en el código urbanístico, como ocurrió en la Avenida Rivadavia, no afecta a las construcciones existentes que respetaron los planos originales. La actual iniciativa en San Francisco apunta únicamente a que se respeten los planos catastrales, especialmente en veredas amplias donde algunos propietarios se han adelantado más allá de sus límites.
Este proceso, explicaron desde la Secretaría de Obras Públicas, forma parte de un plan integral llamado «Veredas», en colaboración con la provincia y otras instituciones, que busca mejorar y regularizar el espacio urbano, garantizando que las áreas públicas sean accesibles y seguras para todos.
Recolección de residuos
Por otra parte, Gonzalo Bustos, abordó el estado actual del sistema de recolección de residuos y las tensiones que genera su implementación en los barrios. Frente a la consulta sobre la colocación de canastos de basura en las veredas, Bustos insistió en la necesidad de cumplir con el sistema vigente, remarcando que la recolección “pasa por absolutamente toda la ciudad” y que se han incorporado nuevos vehículos para mejorar el servicio.
Sin embargo, persisten dudas respecto a la normativa sobre los recipientes domiciliarios. Mientras vecinos afirman que los colocan para evitar que perros rompan las bolsas, Bustos aclaró que las consultas sobre ubicación deben dirigirse a Eco Residuos e Higiene Urbana y no a áreas como Obras Privadas, dado que las competencias varían entre dependencias municipales.
Bustos también lamentó la interrupción del sistema Easy, una estrategia previa que implicaba puntos fijos de recolección y que, según él, reducía costos y recorridos. “Era una maravilla”, dijo, pero fue desmantelado por “peleas políticas” que, a su juicio, perjudicaron la continuidad de políticas públicas eficientes.