La llegada del invierno ha traído consigo un aumento en las enfermedades respiratorias, una problemática que requiere atención y medidas preventivas. En una entrevista exclusiva con Multimedio UNLaR, el reconocido infectólogo Hugo Pizzi, matrícula número 54 1101, analizó la situación actual y compartió recomendaciones para la comunidad ante este escenario.
Pizzi explicó que, debido a la falta de exposición a polvo, polen, bacterias, virus y hongos durante los períodos de confinamiento, las personas hoy están más vulnerables. «Al no haber estado en contacto con tantos agentes infecciosos, estamos más frágiles», afirmó. Esto explica, según el especialista, que muchas personas que antes se recuperaban en una semana ahora puedan tardar hasta 15 días con patologías banales, como una gripe. Además, mencionó que, según conclusiones de un trabajo multicéntrico de primer nivel, se estima que recuperarnos completamente del atraso en inmunizaciones y en hábitos sanitarios nos llevará aproximadamente 5 años.
El infectólogo manifestó incertidumbre respecto a cuándo la situación sanitaria volverá a estabilizarse, atribuyendo parte de esta incertidumbre al impacto del cambio climático, que produce fluctuaciones meteorológicas impredecibles. “No sabemos cuánto tiempo durará esto, pero si la cuestión persiste, las complicaciones aumentarán”, advirtió.
Aconsejó que la mejor estrategia en este momento es incrementar las campañas de vacunación, especialmente entre adultos, embarazadas, niños de 6 meses a 2 años, y personas con patologías preexistentes como cardiopatías, obesidad mórbida o diabetes. La recomendación es acudir a los vacunatorios y colocarse la vacuna contra la COVID-19 y la gripe en el mismo día, en brazos diferentes, para optimizar la protección durante toda la temporada invernal.
«Pregunten a la enfermera cómo están respecto a las vacunas, para reforzar lo que haga falta», sugirió Pizzi. Recordó que en Argentina todavía existen brotes de enfermedades prevenibles como el sarampión, rubéola y paperas, y que muchas de estas infecciones vuelven a surgir por atraso en vacunaciones, dejando comunidades sin cubrir. Destacó que países como Uruguay, Chile y Paraguay han avanzado mucho más en la inmunización, dejando en evidencia el atraso local.
El especialista resaltó que, en épocas anteriores, las abuelas tenían remedios caseros efectivos, como naranja con miel y otros trucos, que aún pueden contribuir a aliviar síntomas leves. Sin embargo, advirtió que no hay que olvidar que lo fundamental en casa sigue siendo la ventilación adecuada para evitar aire viciado, donde los virus y bacterias se mantienen en suspensión.
Pizzi llamó la atención sobre prácticas peligrosas, como compartir mate en rondas multitudinarias. “El mate debe ser individual. La boca humana está llena de microorganismos, y compartirlo puede propagar infecciones”, enfatizó. También alertó sobre la mala percepción de que acudir a centros de salud en este momento es peligroso, cuando en realidad, la atención temprana puede marcar la diferencia.
El especialista hizo un llamado a la comunidad para que se vacune y consulte a los profesionales acerca del estado inmunológico individual, especialmente en relación con la vacuna contra la neumonía. “Antes de irse del vacunatorio, pregúntese qué refuerzos necesita, para evitar complicaciones.” Además, alertó sobre brotes comunitarios de sarampión y otras enfermedades, que demuestran que todavía hay mucho por hacer en materia de cobertura vacunal.
Para terminar, Pizzi destacó la importancia de las medidas preventivas tradicionales y criticó la complacencia. “Nunca hay que olvidar que la ventilación, la higiene y la vacunación son la mejor defensa contra las infecciones respiratorias», concluyó.
Recomendaciones clave del infectólogo:
Vacunarse contra la COVID-19, gripe y neumonía según indicaciones médicas.
Mantener la ventilación constante en los hogares.
Evitar compartir utensilios y ropas, como el mate.
Consultar al médico ante síntomas leves, sin esperar a que se agraven.
Priorizar la higiene personal y el uso correcto del barbijo en lugares cerrados.
Completar los esquemas de vacunación del calendario nacional.
Frente a un invierno que plantea desafíos sanitarios y ecológicos, la prevención y la responsabilidad comunitaria son esenciales para reducir las infecciones y evitar una mayor carga hospitalaria.