La obra social Osunlar, dependiente de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), ha atravesado un proceso de recuperación y normalización tras una etapa de intervención. En una entrevista exclusiva, su presidenta, Gabriela Brizuela, y Carlos Mediavilla, secretario general de la universidad, compartieron los avances en la gestión y los desafíos que enfrentan en medio de la crisis económica nacional.
Brizuela resaltó que, gracias a un trabajo coordinado entre la universidad, el Consejo Superior y la obra social, han logrado transitar una intervención que permitió estabilizar la gestión administrativa y legal de Osunlar. Desde este mes, la obra social funciona bajo su estatuto y cuenta con la estructura completa de órganos de gobierno, logrando así una normalidad institucional que no se había alcanzado en años anteriores.
No obstante, reconocen que la crisis económica y financiera impacta de lleno en el funcionamiento de la obra social. Brizuela explicó que, en comparación con otras obras sociales universitarias del país, Osunlar enfrenta un escenario complejo debido a los bajos aportes de los afiliados, cuyos salarios no han tenido aumentos y, por ende, no reflejan un incremento en las cotizaciones. Por ejemplo, un docente aporta alrededor de 40.000 pesos, mientras que una consulta médica en la provincia cuesta aproximadamente 25.000 pesos, lo que significa que los aportes no alcanzan para cubrir siquiera dos consultas médicas.
Las enfermedades crónicas y las patologías de alto costo, como oncológicas o diabéticas, también generan una gran presión en la estructura financiera, obligando a la obra social a buscar mecanismos de administración eficientes para garantizar la continuidad de sus prestaciones.
Brizuela destacó que, pese a las dificultades, Osunlar continúa brindando todos los servicios esenciales, incluyendo emergencias y campañas de salud. En los últimos meses, realizaron campañas oftalmológicas, de plantillas ortopédicas y de cuidado de los pies, con gran afluencia de afiliados, logrando ampliar fechas y llegar a más personas, incluso en lugares como Villa Unión.
Por su parte, Carlos Mediavilla subrayó el trabajo conjunto, que incluyó mejoras en infraestructura y en la prestación de servicios deportivos y recreativos en el campus universitario, con canchas de paddle, fútbol, básquet y pileta, que son muy valoradas por la comunidad afiliada.
Entre las tareas prioritarias, identificaron la necesidad de realizar podas y remociones de árboles de gran porte que representan riesgos potenciales, además de fortalecer vínculos con el sistema de salud pública y otros prestadores para ampliar y mejorar la cartilla de servicios.
Brizuela también resaltó que en una próxima reunión informativa buscarán pedagogizar a los docentes y afiliados sobre cómo funciona la obra social, qué coberturas ofrece y cuáles no, promoviendo una mayor participación y conocimiento de la comunidad universitaria.
A lo largo de la entrevista, ambos coincidieron en que, a pesar de las dificultades económicas, la prioridad de Osunlar es seguir brindando un servicio de calidad a los afiliados y mantener vigente su compromiso con la salud y bienestar de los trabajadores y docentes de la universidad pública en La Rioja.