45% de los niños riojanos se sintieron discriminados en la escuela

En una entrevista, Pablo Mainer, fundador de Hablemos de bullying y especialista en convivencia escolar, compartió los resultados de un informe que revela las dificultades que enfrentan las escuelas del país en violencia, discriminación y convivencia.

El informe, realizado con Mercedes Sedes, muestra que un 60% de los estudiantes de sexto grado afirmó haber sido víctima de alguna agresión en la escuela, y un 56% ha sido testigo de violencia. Además, un 34% declaró haber sido agresor, reflejando la complejidad del problema.

Mainer explicó que no todos estos casos son bullying, ya que este fenómeno es difícil de medir por su naturaleza sostenida en el tiempo y en silencio. Sin embargo, la percepción de violencia y discriminación es clara y requiere atención urgente.

El 36% de los alumnos en todo el país se han sentido discriminados, principalmente por características físicas, intereses, orientación sexual o vestimenta. La provincia de La Rioja tiene cifras más altas, con un 45% en discriminación, junto a Chaco y Santiago del Estero.

El especialista relaciona estos fenómenos con estilos de crianza y prácticas educativas heredadas. «No podemos pedirles que no insulten o hagan violencia si desde pequeños se los cría en un ambiente autoritario, lleno de amenazas y carente de diálogo emocional», afirmó.

La crianza basada en el miedo y la autoridad, junto con un sistema escolar que también históricamente ha sido autoritario, hace que la violencia se naturalice. Sin embargo, en los sistemas educativos modernos, la educación integral y la Educación Sexual Integral (ESI) favorecen ambientes más seguros y respetuosos.

Mainer aseguró que la ESI va más allá de la sexualidad; enseña empatía, responsabilidad afectiva y gestión emocional. «Es una herramienta fundamental para fortalecer vínculos respetuosos y prevenir violencia», sostuvo.

También advirtió que, en un 85% de los casos, el cyberbullying tiene origen en conflictos previos en la escuela, pero en las redes sociales se amplifican, generando daños graves en la salud mental de los jóvenes.

Revisar estilos de crianza y prácticas educativas es clave, ya que la violencia se aprende y también puede desaprenderse. «La educación y el diálogo son las herramientas para transformar esta realidad», concluyó Mainer.

YouTube player
Compartí en las redes
WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE