Después de cinco años en el club de Núñez el mediocampista de 31 años se despidió de sus compañeros para jugar en Atlético Mineiro de Brasil. «Tengo 31 años y era el momento justo para salir, pero es un dolor muy grande», dijo el hombre que llego en 2016 y dos años más tarde formó parte del equipo que ganó la Supercopa y la Libertadores.
El mediocampista Ignacio Fernández confirmó este miércoles su salida de River Plate luego de despedirse de sus compañeros, cuerpo técnico y médico, para jugar en Atlético Mineiro de Brasil, y aseguró que es «difícil» irse del club al que perteneció durante un lustro.
«Fueron cinco años y vivimos momentos muy lindos. Me despedí de mis compañeros y son sensaciones encontradas, pero necesitaba salir. Es difícil irse de River y cuando aparecía una oferta la decisión me costaba mucho», manifestó «Nacho» Fernández en rueda de prensa tras su salida del River Camp, el predio que el club tiene en Ezeiza.
«Tengo 31 años y era el momento justo para salir, pero es un dolor muy grande. Fueron muchos años donde vivimos cosas fuertes y la despedida fue emotiva», detalló el volante, quien se incorporó a River en 2016.
«Nacho» Fernández dejó en claro cuál fue su mejor momento en River, en sintonía con el resto del equipo: «El mejor momento fue 2018, el año que le ganamos dos finales a Boca (Supercopa Argentina y Copa Libertadores) aunque me gustó más el de 2019 desde lo futbolístico».
Fernández dijo que tuvo «una muy buena relación» con Marcelo Gallardo, el entrenador que observó sus condiciones cuando estaba en Gimnasia y Esgrima La Plata para sumarlo a su proyecto.
«Siempre tuve una buena relación con Marcelo y hablada con él si surgía una oferta. Me agradeció por estos años y me deseo suerte», señaló Fernández.
«Fue un sueño cumplido vestir la camiseta de River», sostuvo el futbolista, y agregó que no se imaginó «hacerlo durante cinco años» en tan alto nivel.
«Me voy mejor jugador. He crecido mucho como jugador y persona, este grupo mantuvo siempre la humildad», concluyó «Nacho» Fernández, invadido por lágrimas de emoción.
Fuente: Telam