Con actos y vigilias se conmemora el primer aniversario del asesinato de George Floyd a manos de un policía blanco, y el presidente Joe Biden recibirá a la familia del afroestadounidense cuya muerte desató protestas contra el racismo y puso bajo la lupa las prácticas policiales en todo el mundo.
Con actos y vigilias, Estados Unidos conmemorará este martes el primer aniversario del asesinato de George Floyd a manos de un policía blanco, y el presidente Joe Biden recibirá a la familia del afroestadounidense cuya muerte desató protestas contra el racismo y puso bajo la lupa las prácticas policiales en todo el mundo.
Floyd murió el 25 de mayo pasado en la norteña ciudad de Minneapolis, en Minnesota, luego de que el policía Derek Chauvin se arrodillara sobre su cuello durante más de nueve minutos tras haberlo detenido junto a otros tres agentes por haber usado dinero supuestamente falso para pagar en un comercio cercano.
Sus últimas palabras: «No puedo respirar», se convirtieron en el grito de guerra de históricas manifestaciones, en Estados Unidos y decenas de otros países, contra el racismo sistemático y la brutalidad de la policía y en reclamo de una profunda reforma de las tácticas policiales.
Antes que Floyd, decenas de afroestadounidenses habían fallecido en polémicos encuentros con la policía en los últimos años, pero ninguna otra muerte había calado tan hondo, en gran parte porque el hecho de haber sido filmada por un testigo con un celular dio una inusual oportunidad de apreciar tanto horror con los sentidos.
El asesinato dio además enorme impulso y fama internacional al movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan) de denuncia del racismo policial, que había surgido en Estados Unidos en 2013 luego de sonados casos de «gatillo fácil» contra integrantes de minorías raciales, sobre todo personas negras.
En vísperas del aniversario, algunos de sus familiares, parientes de otros estadounidenses negros muertos por la policía y cientos de personas más se congregaron el domingo en Minneapolis para uno de los tantos eventos planeados para honrar la memoria del afroestadounidense y la de otros que corrieron su misma suerte.
Luego de actos en otras ciudades del país, incluyendo Nueva York y antes de un festival y una vigilia este martes en Minneapolis, activistas convocaron para el lunes a un «día de acción virtual», alentando a la gente a llamar al Congreso a terminar de aprobar una ley de reforma de la policía que tiene media sanción desde hace meses.
El presidente estadounidense, el demócrata Biden, había urgido al Senado a terminar de aprobar la ley para poder promulgarla mañana, pero tuvo que alterar sus planes y recibirá en la Casa Blanca a la familia de Floyd, anunció la vocera presidencial Jen Psaki la semana pasada, sin ofrecer más detalles del evento.
La Ley de Justicia y Policía George Floyd contempla prohibir las maniobras de ahorcamiento o «llaves de cuello» usadas por la policía durante los arrestos, poner fin a la inmunidad que tienen los policías ante demandas judiciales civiles y crear estándares nacionales de actuación policial.
El proyecto fue sancionado por la Cámara de Representantes en marzo pasado, pero la tiene mucho más difícil en el altamente dividido Senado, donde la oposición republicana rechazan el fin de la llamada «inmunidad calificada» de los policías.
En los actos del domingo en Minneapolis, familiares de Floyd, de otras víctimas de gatillo fácil y unas 1.500 personas más marcharon por la ciudad y escucharon discursos de varios oradores.
La concentración comenzó en las afueras del Hannepin County Government Center, en el centro de Minneapolis, donde el ahora expolicía Chauvin fue juzgado hasta el mes pasado y hallado culpable por un jurado de homicidio involuntario.
Chauvin conocerá su sentencia el 25 de junio.
«Ha sido un año largo. Ha sido un año doloroso. Ha sido muy frustrante para mí y mi familia», dijo la hermana de George, Bridgett Floyd, ante la multitud.
Agregó que su vida cambió «en un abrir y cerrar de ojos» cuando murió su hermano.
«Me pondré de pie y seré la voz de él», dijo. «Me mantendré firme y cambiaré para él», agregó.
A su turno, el reverendo Al Sharpton, un veterano activista por los derechos civiles, dijo que el asesinato de Floyd fue «una de las mayores desgracias en la historia de Estados Unidos».
«Lo que le sucedió a George Floyd, así como a muchos otros, está impulsando el cambio no solo en Estados Unidos, sino en el mundo», afirmó.
«Ellos pensaron que podrían salirse con la suya, y ustedes salieron a la calle, blancos y negros, jóvenes y viejos, en medio de la pandemia» para pedir justicia, dijo Sharpton, informó la agencia de noticias AFP.
También ayer, en Nueva York, el hermano de Floyd, Terrence, asistió a una reunión en Brooklyn donde pidió a los presentes que no olvidaran a su hermano ni a las víctimas de la violencia racista.
“Si mantienes sonando el nombre de mi hermano, mantendrás sonando el nombre de todos los demás”, dijo.
«Breonna Taylor, Sean Bell, Ahmaud Arbery, podrías revisar toda la lista. Hay muchos de ellos», agregó, mencionado algunos de los casos más resonantes.
La George Floyd Memorial Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Fayetteville, Carolina del Norte, donde nació Floyd, convocó para mañana a un festival en un parque del centro de Minneapolis con actividades para la familia, actuaciones y discursos de oradores invitados.