Sumó en las últimas 24 horas 2.173 muertos por coronavirus, con los que superó las 450.000 víctimas, según el balance oficial de la jornada, en momentos en que los epidemiólogos temen una tercera ola de la pandemia.
Un total de 452.031 personas fallecieron por el virus en Brasil desde marzo de 2020, y también en las últimas 24 horas se registraron 73.453 nuevos contagios, reportó la agencia AFP.
Aunque los especialistas creen que las cifras reales son muy superiores, Brasil, con 212 millones de habitantes, es el segundo país más enlutado por la pandemia en números absolutos, por detrás de Estados Unidos.
En términos relativos, con 215 decesos cada 100.000 habitantes, es el país más golpeado por la covid-19 de América y del Hemisferio Sur.
Lo que más preocupa a los epidemiólogos es el aumento del promedio semanal de contagios, de 56.928 el 28 de abril a 65.910 este martes, algo que tendrá un impacto en el número de muertes en las próximas semanas, según las proyecciones.
Desde el inicio de la pandemia se reportaron 16.194.209 casos.
El repunte de las infecciones puede estar relacionado con la flexibilización de las restricciones adoptada por diferentes estados brasileños en el último mes, cuando los decesos empezaron a disminuir.
De acuerdo con el último boletín de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), institución de referencia en salud pública, existe un riesgo real de una tercera ola, con la curva epidemiológica ascendente en ocho de los 27 estados brasileños y estable en otros diez.
La propagación del virus podría verse favorecida por el inicio del invierno el próximo mes, con una caída de las temperaturas, sobre todo en el sur del país.
Mientras tanto, el ritmo de vacunación sigue siendo lento. Hasta ahora 42,7 millones de personas recibieron una dosis (20,14% de la población) y 21 millones (9,9%), la segunda.
A este panorama se suma la preocupación por la variante detectada por primera vez en India, hallada la semana pasada en seis tripulantes de un navío carguero con bandera de Hong Kong que atracó en el estado de Maranhao (noreste).
Aunque todavía no se confirmó la transmisión local de la cepa, otros estados han reportado casos sospechosos.
La amenaza de una tercera ola no parece preocupar al presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, quien participó el domingo en una caravana junto a miles de motoqueros simpatizantes en Rio de Janeiro.
En medio de una multitud y sin usar mascarilla, aseguró que Brasil vive «el fin de la pandemia» y criticó las restricciones adoptadas por gobernadores de los estados.
Una comisión del Senado investiga si el gobierno federal cometió omisiones al gestionar la pandemia, algo que los especialistas vienen señalando desde el año pasado.