En una definición reñida, el ex Casi ángeles se impuso a Georgina Barbarossa en el reality gastronómico de Telefe.
En una prueba que se definió por los mínimos detalles, Gastón Dalmau se consagró ganador de la segunda edición de Masterchef Celebrity. En una gala de excelente nivel culinario, la actriz se impuso a Georgina Barbarossa y se llevó el premio de 1.2 millones de pesos y el elogio del jurado integrado por Germán Martitegui, Donato De Santis y Damián Betular. Fue un programa de decisiones difíciles y emociones inmensas, que se vivió con intensidad en el estudio, en cada casa y en las redes sociales.
Gastón escuchó su nombre, las lágrimas no lo dejaron hablar por un largo rato. Tomó de las manos a su adversaria, que lo felicitó con hidalguía y orgullo, mientras escuchaba la ovación de sus ya ex compañeros y una lluvia de papelitos plateados inundaba el estudio. El conductor Santiago del Moro lo felicitó y dio paso al jurado para que le hiciera la última devolución: “Simple y elegante. Nos regalaste muchas emociones y te mereces levantar este trofeo”, arrancó la ronda Donato.
“Sos el ejemplo para muchos chicas y chicos que vienen del interior, que a base de esfuerzo y estudiando podés lograr un montón de cosas”, siguió Betular, recordando el origen del actor en Coronel Suárez. “Yo te vi evolucionar en lo personal aparte de la cocina. Lo lindo de este grupo es que la lucha era contra ustedes mismos, y la ganaste. Felicitaciones”, concluyó Martitegui. A esa altura, el reloj marcaba las 22.40 y el pico de emoción y felicidad coincidía con el de rating, que señalaba la marca más alta con 29,1.
Con lo que pudo, Gastón se tomó unos segundos para agradecer al equipo y especialmente al jurado: “Aprendí, lloré, me enojé, disfruté, me reí, me divertí”, señaló. Luego tuvo palabras para su familia, “a los que están en casa mirándome” y una dedicatoria especial a “mi familia en Los Ángeles: mi amor, te amo. Lo llevo para casa”, dijo antes de volver a quebrarse y recibir, una vez más, la ovación del estudio.
Todo comenzó minutos antes de las 22, cuando cada participante sometió a la decisión del jurado su menú en tres pasos. Georgina se inspiró en la tradición familiar y elaboró un salmorejo blanco de uvas y almendras, un solomillo de tierra y mar como plato principal, y de postre, una natilla al vinagre. Por su parte, Gastón optó por un carpaccio de langostinos con emulsión de tomate, tartar de palta y pickles de sandía como entrada; un abadejo con croute de pistacho, salsa de cítricos y crema de hinojos de plato principal y una pavlova con curd de limón y frutos rojos.
Como corresponde en la cocina, los jurados empezaron por las entradas. Gastón explicó por qué decidió elaborar un plato en base a langostinos crudos: “Quise hacer un plato de mar bien argentino”. En tanto, su rival estaba tan nerviosa que olvidó los ingredientes del salmorejo de almendras. Con esta tensión se vivía cada segundo de la gala final.
Primero el jurado le habló a Gastón, que recibió un mimo tras otro. “Una sorpresa, queda todo perfecto y espectacular. Te felicito”, evaluó Martitegui. “Acidez correcta, textura correcta. Un plato sofisticado”, apuntó De Santis. “Estéticamente hay una muy buena ejecución. Felicitaciones”, cerró Betular. Georgina no se quedó atrás con las devoluciones: “Simpleza y una excelente ejecución”, inició Damián. “Esto es un éxito”, aprobó Donato. “Si alguien puede unir simpleza con innovación, sos vos”, felicitó Germán. Primera prueba superada con las mejores expectativas y con pronóstico reservado.
Segundo plato y los nervios en aumento. La barra brava de Georgina, integrada por Dani La Chepi, Carmen Barbieri y Andrea Rincón se hacía sentir desde el fondo del estudio y fueron advertidas por el jurado. “Este plato representa la Georgina que está con nosotros con esta chaqueta”, resumió Betular. “La cocción es perfecta. Ya ganaste”, sumó Martitegui. Gastón no se quedó atrás: “¿Estás tratando de impresionarnos? Vas por un buen camino”, lo elogió De Santis. “Cómo va a hacer el jurado para definir…”, reflexionó del Moro ante lo parejo de la competencia, mientras iban a buscar el postre.
La devolución del tercer plato estuvo en la misma sintonía. Primero le hablaron a Gastón: “Es el broche de oro para un menú espectacular”, resumió Betular. “Disfrutá este uniforme que te queda bien”, siguió De Santis. “Estoy emocionado. Es muy importante para nosotros, porque este resultado vale la pena”, remató Martitegui, provocando la emoción y el alivio del participante.
Otra vez no se sacaron ventajas y las devoluciones a la natilla que Georgina hizo pensando en su madre fueron excelentes. “Voy a usar una frase cliche: ‘¡Mamma mía!’” dijo el italiano y la hizo llorar. “Hiciste el menú que pensamos que ibas a hacer. Estamos seguros que tu mamá lo hacía muy rico, pero esto está espectacular”, aportó el dueño de Tegui. Pero los jurados ya habían hablado demasiado y se retiraron al detrás de escena para deliberar. Los dos lo habían hecho tan bien que Martitegui los invitó a cambiar los roles. “Los sentimos colegas. Ustedes van a venir a nuestro lugar porque se lo ganaron”, dijo el chef, antes de que Donato anunciara el nombre del ganador.
Todo había comenzado en la jornada del miércoles, cuando el conductor Santiago del Moro, presentó por última vez a Georgina y Gastón en el estudio de Masterchef Celebrity. Primero entró ella con un sorpresivo look al natural, dejando en su casa a las pelucas que la acompañaron durante el certamen, aunque sin olvidarse de su humor: “Hoy vine disfrazada de una actriz muy simpática y dientuda”. Luego ingresó él, a paso veloz y sonrisa imborrable. “Fue un largo camino, animarme a cocinar. Se me hizo una rutina y soy una persona que no para”, señaló el ex Casi Ángeles, que recordó cuanto le había costado tomar la decisión de unirse al certamen.
Se desearon suerte y se repartieron elogios en intercambio que pareció sincero antes que protocolar. Después, se pusieron a las órdenes del jurado integrado por Germán Martitegui, Donato De Santis y Damián Betular. Pero no iban a estar solos en la última noche: las puertas se abrieron y empezó a desfilar una larga lista de invitados.
Primero entró el resto de los participantes de la segunda temporada, con excepciones como la de Alex Caniggia, ausente con aviso luego de su escandalosa salida. Después fue el turno de tres acompañantes para estimular anímicamente a los finalistas. Gastón recibió a tres amigos de su infancia en Coronel Suárez. Georgina a dos amigos de la vida y a su sobrina. “Mis hijos me recontra bancan, pero son fóbicos a la television”, los exculpó. Por último, ingresaron Claudia Villafañe y Analía Franchín, campeona y subcampeona respectivamente de la primera temporada. Tuvieron un minuto con cada participante para compartir sus sensaciones del haber estado ahí. El último inflador anímico antes de la cuenta regresiva.
Con la adrenalina a niveles inéditos, Gastón y Georgina se enfrentaron por última vez a las cocinas más famosas del mundo. Durante ’90 minutos, fueron y vinieron del mercado; eligieron y descartaron posibles emplatados, mientras recibían el aliento y los consejos de sus familiares y amigos. Una final vivida al límite y con evidentes preferencias –Cande Vetrano por Gastón; Dani La Chepi por Georgina-, pero en un marco de respeto y sin rivalidades. Estaba claro que el título estaba para cualquiera, y que haber llegado hasta ahí ya era más que cualquier premio. Cuando la cuenta regresiva llegó a cero, se fundieron en un abrazo y terminaron agotados en el piso. Habían dado todo, y la decisión ya no dependía de ellos.