El equipo de Marcelo Méndez perdió ante el conjunto galo por 3 a 0 con parciales de 25-22, 25-19 y 26-22, en un encuentro que se jugó en el estadio Ariake Arena de la capital japonesa. El otro finalista es Rusia que derroto 3-1 a los brasileños.
El seleccionado argentino masculino de vóleibol perdió este jueves ante Francia por 3 a 0 (25-22, 25-19 y 25-22), en el partido de las semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y ahora irá por la medalla de bronce ante Brasil.
El equipo dirigido por Marcelo Méndez, que buscaba meterse en una final olímpica por primera vez en su historia, no pudo ante un seleccionado francés que jugó de manera superlativa y este sábado (a la 1.30, hora argentina) enfrentará a Brasil por el bronce.
Los brasileños, oro en Río 2016, perdieron su semifinal frente a Rusia por 3-1 (18-25, 25-21, 26-24 y 25-23), con 22 puntos de Maxim Mikhaylov.
Argentina, por su parte, consiguió una sola medalla de bronce en su historia, en los Juegos de Seúl 88, justamente frente a Brasil, hazaña que intentará igualar 33 años después en el estadio Ariake Arena de la capital japonesa. Tokio 2020 es la octava participación del seleccionado nacional en unos JJOO.
Francia empezó mejor, con saques más agresivos y una recepción casi perfecta que le permitía variar el ataque, en especial con el opuesto Jean Patry (máximo anotador con 15 puntos) y el punta Trevor Clevenot. Pese a los 8 puntos de Bruno Lima en el primer set, Argentina no pudo evitar que se lo llevaran los galos.
En el segundo, Argentina no encontró volumen de juego ni pudo ser ofensivo y mostró problemas en saque y recepción. Con un Clevenot intratable y las apariciones de Earvin Ngapeth, Francia hizo todo bien y al equipo de Méndez se lo vio sobrepasado. El DT probó algunos cambios, pero el alto nivel del rival fue determinante.
El tercer capítulo arrancó con Francia otra vez protagonista de la mano de Patry para escaparse rápidamente por 8-4. Argentina mejoró con mayor juego de sus centrales Agustín Loser y Sebastián Solé para empatarlo en 15, pero el equipo europeo volvió a sumar en bloqueo en el quiebre del set y lo cerró 25-22 y 3-0.
El equipo francés, que había perdido con Argentina en el tie break durante la fase de grupos, hizo un click después de ese encuentro y le ganó sucesivamente a Rusia, al campeón mundial Polonia en cuartos y a los argentinos con mucha autoridad.
Argentina formó con Luciano De Cecco (3 puntos), Bruno Lima (9), Sebastián Solé (4), Agustín Loser (7), Facundo Conte (13), Ezequiel Palacios. Líbero: Santiago Danani. DT: Marcelo Méndez. Entraron: Cristian Poglajen (4), Matías Sánchez, Federico Pereyra y Martín Ramos.
Francia alineó a Antoine Brizard (2), Jean Patry (15), Barthélémy Chinenyeze (6), Nicolas Le Goff (4), Earvin Ngapeth (12), Trevor Clevenot (14). Líbero: Jenia Grebennikov. DT: Laurent Tillie. Ingresaron: Yacine Louati (1) y Stephen Boyer.
La última vez que el vóley argentino había estado en una semifinal olímpica fue en Sydney 2000, donde tampoco pudo meterse en la pelea por el oro tras caer ante Rusia por 3-1.
Este seleccionado de Tokio 2020, que tiene a De Cecco como el mejor armador y a Lima como el máximo anotador del torneo (con 125 puntos), cumplió grandes actuaciones hasta llegar al juego de este jueves: eliminó en los cuartos de final a Italia, una de las grandes potencias de este deporte y que había sido medalla de plata en Río 2016, en un partidazo que ganó por 3 a 2 (21-25, 25-23, 25-22, 14-25 y 15-12).
Antes, en el encuentro que cerraba la fase de grupos y definía el pase a cuartos, el equipo de Méndez superó a Estados Unidos, otro top 5, por 3 a 0.
En el denominado «grupo de la muerte», del que surgieron los cuatro semifinalistas, el debut en los JJOO fue contra el Comité Olímpico Ruso con derrota por 3-1.
En la segunda fecha contra Brasil, N°1 del ranking, ganador de la Liga de Naciones 2021 y amplio dominador del clásico sudamericano, Argentina se quedó con un sabor amargo por la caída por 3-2, ya que ganaba 2-1 en sets y había sacado una ventaja de 17-11 en el cuarto. Este sábado habrá revancha por la medalla de bronce, nada menos.
Fuente: Télam