Miles de creyentes peregrinaron a Luján para pedir por «salud y trabajo»

«Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo», es el lema de la 47ma. de la movilización que este año recupera su modalidad presencial. El recorrido comenzó a las 8 en la parroquia de San Cayetano, en Liniers, y se extiende unos 60 kilómetros hasta la Basílica.

Con banderas de diferentes santos colgadas, barbijos y de a grupos de cinco personas, peregrinos de todas las edades, familias y grupos de amigos provenientes de distintos puntos del país, pidieron por «salud, trabajo y sus familias», en un recorrido que comenzó a las 8 en la parroquia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, y se extiende unos 60 kilómetros hasta la Basílica de Luján, en la 47° edición de la Peregrinación Juvenil.

Este año, la tradicional peregrinación Juvenil a Luján que lleva el lema «Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo», volvió a ser presencial luego de que al año pasado se suspendiera por la pandemia de Covid-19.

Pese a que se observó una pequeña merma de personas en la Parroquia de San Cayetano, cerca de cien, donde la mayoría de los peregrinos utilizaban barbijos y otros cuidados para ver salir a la Virgen cerca de las 8, fueron miles de fieles los que acompañaron su recorrido hasta el partido de Moreno, donde el obispo de Merlo-Moreno, Fernando Malettí recibió la imagen a las 10 en la Plaza Buján, en Paso del Rey.

Parte de las recomendaciones oficiales, además de empezar más temprano ya que la Virgen solía partir al mediodía de Liniers, fue que los peregrinos hicieran un recorrido más corto y salieran desde otras paradas.

Por esta razón, se pudo ver muchos fieles en inmediaciones de las estaciones de trenes de Morón, al igual que en Ituzaingó, Merlo y Moreno.

Una de las peregrinas, Patricia Champerro, de 47 años, oriunda del partido bonaerense 25 de Mayo, contó a Télam que tras participar «del recorrido de la fe desde hace 16 años», afirmó que «el año pasado estuvo muy angustiada por no poder venir».

«Agradezco y estoy feliz por lo que tengo», dijo la mujer que participó de la ceremonia de bendición de la imagen de la Virgen de Luján previo a su salida y contó que pese a la pandemia, continuó con trabajo.

Otra de las participantes, Valeria Albornoz, de 40 años, quien arribó junto a 16 personas desde la provincia de La Pampa, remarcó que hace 10 años que lo hace, y esta vez vino junto a otras personas en una combi para evitar el viaje en micro.

«Vengo a pedir por la salud y la familia, porque después de esta pandemia, la fe está», confesó emocionada, mientras otros creyentes rezaban en la entrada y recibían agua bendita del padre de la Parroquia.

Con pocos puestos de venta de accesorios religiosos, y banderas con la imagen de la Virgen a 200 pesos, un grupo de cinco jóvenes del barrio porteño de Belgrano, dijeron a Télam que arribaron por primera vez a ver a la virgen «por un desafío físico y espiritual».

Con barbijo en la mano, aseguraron a Télam que no lo utilizaban «porque en la Ciudad de Buenos Aires no se utiliza al aire libre», y tras enterarse que el anuncio oficial respecto a la no utilización del tapabocas en espacios públicos donde no hay acumulación de personas, no rige aún en la provincia, se lo colocaron.

Mientras la Virgen, fue colocada en el techo de una camioneta y se disponía a salir, Sara y Andrea Romero, de unos 40 años, que llegaron desde la localidad de Bernal, Quilmes, contaron que participan de la peregrinación «en homenaje a su sobrina, Micaela, que era muy devota y que el año pasado fue asesinada».

«Ella siempre venía y esta vez los tíos nos organizamos para venir por ella y para pedir justicia por su muerte», explicaron, mientras abrazaban a la hija de la joven fallecida, de unos 6 años.

El recorrido de la Virgen

La Imagen Peregrina de la Virgen de Luján que está caminando en esta edición es la que bendijo el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud del 2013 y es la que viene recorriendo toda la Argentina, incluida la Antártida.

La mayoría de las personas que llegaron a Liniers emprendieron su caminata para evitar aglomeraciones, tal como fue recomendado, y casi en su totalidad todos llevaban barbijos y elementos de higiene.

Esta vez, la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular (CAPP) pidió que, de ser posible, se evite el transporte público y se programe la salida para las 6 de la mañana ya que al mediodía es cuando más cantidad de gente se moviliza.

Tras la bendición del obispo auxiliar de Buenos Aires, Juan Carlos Ares, pasadas las 8, la imagen partió desde la iglesia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hacia Morón, donde fue recibida a las 9 el obispo local, monseñor Jorge Vázquez.

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