El Instituto de Investigación en Biomedicina CONICET-Max Planck de Buenos Aires cumple una década trabajando en pos del desarrollo del conocimiento, haciendo foco en el avance de las biociencias y en la importancia de la articulación con otras naciones y organismos científico tecnológicos.
Diez años atrás se abrían las puertas del edificio del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA), ubicado en el Polo Científico Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires -el cual también se inauguraba-, iniciando un camino dedicado al desarrollo de las Biociencias, con hincapié en tópicos del campo de la investigación biomédica.
El IBioBA nació en el marco de una fructífera relación con la Sociedad Max Planck de Alemania (MPS), a partir de la firma un convenio y un estatuto entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Sociedad Max Planck, de la cual es un Instituto Partner. Desde sus inicios, se propuso principalmente aportar a la ampliación de las fronteras del conocimiento, contribuir a la educación y formación de científicos/as de excelencia y fortalecer el vínculo de colaboración científica entre Argentina y Alemania.
“Me pone muy contento ver cómo en estos diez años hemos concretado la realidad del IBioBA-CONICET-Max Planck, no sólo en su estructura interna, sino en su reconocimiento tanto nacional como internacional. No fue fácil lograrlo, las expectativas de ambos lados eran muy altas”, reflexiona Eduardo Arzt, director fundador del Instituto. “Los y las estudiantes que realizan y terminaron sus tesis, las y los investigadores seleccionados entre los tantos que aplicaron, y que vinieron de otros institutos del país o repatriados del exterior, la dedicación de nuestros administrativos y técnicos, han ido dando forma a esta idea que teníamos y logramos consolidar, cumpliendo con los estándares de calidad del CONICET y la MPS”, agrega.
“¡Diez años del IBioBA es un motivo para celebrar!”, enfatiza Antonia Marin-Burgin, doctora en Ciencias Biológicas y jefa del grupo Circuitos neuronales. “Desde lo personal arranqué con un espacio vacío, pero con el apoyo y la confianza del Instituto para llenarlo de equipos, proyectos interesantes y becarios/as e investigadores/as con ganas de hacer ciencia. Han sido años de mucho crecimiento para mi grupo y también para el Instituto en general”, repasa.
El Instituto está estructurado alrededor de un gran objetivo: promover la investigación interdisciplinar en biología molecular y celular, con el fin de comprender los principios mecánicos de procesos fisiológicos y patológicos de ciertas enfermedades, buscando identificar nuevas herramientas para posibles tratamientos.
Arzt también destaca la importancia que tienen para el IBioBA la divulgación científica y el vínculo con la sociedad: “La interacción con escuelas, la noche de los Museos, el Max Planck open day, la divulgación y las actividades con cámaras empresariales y sociales y los cientos de estudiantes que pasaron por nuestros seminarios, conferencias y cursos también son parte de nuestra identidad”.
Damián Refojo es Jefe del grupo de Neurobiología molecular, llegó al Instituto en el año 2014, luego de diez años de intenso trabajo en el Instituto Max Planck de Psiquiatría de Munich: “El desafío al regresar a la Argentina fue marcado siempre por el mismo horizonte: el de continuar nuestro trabajo manteniendo los mismos estándares de calidad y persiguiendo preguntas realmente relevantes y arriesgadas en el campo de la Neurociencia molecular”, afirma.
“El IBioBA, su filosofía, su estructura y su funcionamiento se han conjugado perfectamente con la calidad y el esfuerzo de nuestros estudiantes e investigadores. Creo que podemos decir con orgullo que aquellos sueños iniciales se han cumplido con creces y ahora nuevas metas nos esperan hacia adelante”, expresa Refojo.
Algunos números
Actualmente, en el Instituto se desempeñan 18 investigadores/as; 7 jóvenes científicos/as están realizando su post doctorado, mientras que 33 realizan sus estudios de doctorado; y 7 estudiantes de grado están realizando su práctica pre profesional. Además, el equipo de técnicos está formado por 15 personas, mientras que el administrativo por ocho.
A lo largo de estos diez años, en el Instituto trabajaron además otros científicos y científicas que actualmente se desempeñan en otros espacios de investigación del país o del extranjero: se doctoraron 42 becarios/as, 16 jóvenes científicos/as realizaron su post doctorado, y 44 estudiantes de grado realizaron su práctica pre profesional antes de recibirse.
Durante este tiempo, los distintos equipos han publicado un total de 145 publicaciones y reviews, la mayor parte de ellas en prestigiosas revistas de alto impacto, dando crédito a la excelencia científica y afirmando la presencia internacional del Instituto.
El IBioBA centra su trabajo en tres líneas de investigación (Neurociencia, Plasticidad celular y Targeting molecular), en las que se desempeñan 11 equipos. Además, cuenta con tres plataformas – unidades de servicios científicos (Microscopía confocal, Citometría y Cell Sorting, y Plataforma Bioinformática) y aloja al Laboratorio Huésped de investigación de Corazón y Pulmón de Max Planck (MP-HL Lab). Son más de 60 científicos y científicas, sumado al personal técnico y administrativo que apuestan al desarrollo de una ciencia y tecnología de punta en nuestro país.
Cabe destacar que en sintonía con la política de igualdad de género del Instituto, y con el fin de aportar a achicar la brecha existente dentro del Sistema Científico Tecnológico nacional, el 62,5 % del staff total del Instituto son mujeres y que de los 11 grupos de investigación, 5 son liderados por científicas.
Susana Silberstein es doctora en Ciencias Biológicas y está a cargo del grupo de investigación Mecanismos Moleculares Involucrados en la Señalización de Receptores de CRH en el IBioBA. En relación a estos años de trabajo, comenta que “mirando hacia atrás y hacia adelante, estos diez años del IBioBA representan una serie de experiencias que nos han modificado profundamente. A los compañeros con los que participé desde el principio en este emprendimiento, mi agradecimiento por la oportunidad del esfuerzo compartido. En lo científico, es el reflejo de las colaboraciones que continúan plasmándose en resultados de experimentos y en la formación de recursos humanos en un ambiente de empeño y entusiasmo”.
En esta línea, se destacan el trabajo interdisciplinario e interinstitucional como dos pilares del trabajo del IBioBA. En estos años, el Instituto ha interactuado con instituciones clínicas como el FLENI, los Hospitales Durand, Italiano de Buenos Aires, Fernández, Favaloro, Ramos Mejía, así como con el Cuerpo Médico Forense del Ministerio de Justicia; y ha llevado adelante importantes colaboraciones con el Centro de Investigaciones en Bionanociencias (CIBION), también alojado en el Polo Científico Tecnológico, y demás instituciones científicas nacionales e internacionales.
“Las colaboraciones iniciadas con otros Institutos Max Planck que continúan y se fortalecen, así como las establecidas con otros Institutos del Polo y con investigadores de otros ámbitos, anticipan que continuaremos creciendo y aportando al desarrollo científico desde cada una de las áreas de investigación desarrolladas en el Instituto”, concluye Susana.
Además, el Instituto forma parte de la Red de Biomedicina del Proyecto FOCEM (Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur), cuyos objetivos son fomentar el desarrollo de recursos humanos especializados y llevar adelante investigaciones conjuntas en temas como Alzheimer y Parkinson, enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad, y genéticas u oncológicas como el cáncer.
En este contexto, frente a la emergencia sanitaria ocasionada a nivel mundial por el surgimiento del SARS-CoV-2, el IBioBA, a través de dicho Fondo, está colaborando con las iniciativas de diagnóstico, genotipificación y desarrollo de plataformas (anticuerpos y respuesta T) de la Unidad Coronavirus de MINCyT-CONICET.
Por Sofía Casterán – prensa IBioBA
Fuente: http://www.conicet.gov.ar