En el balance total, el incremento fue del 15% aproximadamente.
Esto sucedió la semana pasada, mientras la carne vacuna vive una escala de sus precios que preocupa a la sociedad y que en algunos lugares del país llegó a rondar el 20% (aunque luego se decidió su congelamiento solo por el fin de semana largo).
En este contexto, desde el sector empresarial contaron que “el precio suele bajar cuando baja la demanda”, pero hoy la situación es totalmente contraria. Teniendo en cuenta que el pollo continúa siendo la opción más económica, los consumidores se vuelcan hacia su compra, aumentando la competencia e, inevitablemente, sus precios.
Sobre las razones de los incrementos de precios registrados en la semana anterior, explicaron que “se incrementaron los costos fijos de las empresas y muchos insumos a valor dólar que impactan directamente”. Queda demostrado cómo sube el dólar, el combustible y todo a su alrededor.
A tan solo un mes de las fiestas, y siendo el pollo una de las opciones más elegidas, el escenario sobre su precio aún es incierto, aunque se descartan problemas de abastecimiento. “Pollo no va a faltar, a menos que se dispare nuevamente el precio de la carne y se vuelquen masivamente”, analizaron.
No obstante, recomendaron a la población realizar sus compras con antelación, teniendo en cuenta que ya dio inicio la elaboración de productos congelados como arrollados de pollo o pollos rellenos. Su estimación de producción para este año es de 3 mil.