Intensas lluvias de más de 100 mm en apenas una hora azotó la región montañosa de Río de Janeiro provocando caos y tragedia en Petrópolis.
Al menos 94 personas, entre ellas ocho niños, murieron como consecuencia de las inundaciones en el municipio montañoso de Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro.
El alcalde de Petrópolis, Rubens Bomtempo, confirmó también este balance y advirtió de que el número real de muertos “podría ser mayor”.
Las autoridades locales decretaron el estado de calamidad pública después de que el agua arrasara amplias zonas del municipio, con infraestructuras y viviendas sepultadas por el lodo. Defensa Civil alertó que las lluvias, aunque de manera moderada, seguirán cayendo a lo largo de este miércoles.
Al menos 94 personas, entre ellas ocho niños, murieron como consecuencia de las inundaciones en el municipio montañoso de Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro, según la última actualización ofrecida este miércoles por el Cuerpo de Bomberos recogida por la prensa brasileña.
El alcalde de Petrópolis, Rubens Bomtempo, confirmó también este balance y advirtió de que el número real de muertos “podría ser mayor”.
Las autoridades locales decretaron el estado de calamidad pública después de que el agua arrasara amplias zonas del municipio, con infraestructuras y viviendas sepultadas por el lodo. Defensa Civil alertó que las lluvias, aunque de manera moderada, seguirán cayendo a lo largo de este miércoles.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, explicó que la ciudad sufrió las peores inundaciones desde 1932. “240 milímetros en dos horas. Fue una lluvia muy extraordinaria”, dijo y agregó: “Es una situación casi de guerra”.
“Es una tragedia. Los Bomberos tienen dificultades para acceder a los espacios más críticos porque hay muchos vehículos abandonados en las calles. Son varias las zonas de derrumbe”, contó el secretario de Defensa Civil de Río de Janeiro, el coronel Leandro Monteiro, que ha anunciado que se levantará un hospital de campaña.
LAS INUNDACIONES DEVASTARON PETRÓPOLIS
Son pocas las calles que no amanecieron con fuertes signos del paso de las lluvias, con edificios y vehículos sepultados, con enseres personales, cuando no cadáveres flotando por las improvisados arroyos que se generaron. Un “escenario de guerra”, tal y como lo definió Bomtempo.
Con el cielo un poco más despejado se pudo observar la magnitud de la devastación provocada por las lluvias, que también colapsaron las principales vías de acceso.
Defensa Civil activó todas las alarmas para movilizar a la población. Los residentes de las zonas de riesgo están siendo dirigidos a los puntos de apoyo, que fueron abiertos para brindar ayuda en sus respectivas localidades. La precipitación acumulada alcanzó los 126 milímetros en apenas una hora.
Al menos 80 viviendas fueron afectadas por la lluvia y más de 300 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, según informaciones de la agencia alemana DPA.