El abogado defensor del ginecólogo acusado de abuso sexual afirmó que en el expediente judicial existen numerosas contradicciones en la declaración de la denunciante y que, en su opinión, la denuncia carece de pruebas sólidas para avanzar hacia una condena.
En una entrevista con Gonzalo Romero, quien representa al profesional médico, explicó el estado actual del proceso judicial y resaltó varias inconsistencias en la denuncia, además de cuestionar la credibilidad de las acusaciones.
Romero informó que su cliente, quien sigue en libertad con monitoreo electrónico y medidas de protección para la denunciante, fue sometido a declaración indagatoria el lunes pasado y que ayer también testificó la víctima. Según el abogado, no hay otras denuncias en su contra, más allá de la presentada por la denunciante, y en el expediente no existen testigos o pruebas que respalden las acusaciones.
“Creemos que tenemos elementos suficientes para solicitar su sobreseimiento y que la causa debería archivarse. La única denuncia presenta muchas contradicciones, y si se consideran otras posibles denuncias, aún no hay evidencia que las respalde”, afirmó Romero.
El abogado puntualizó varias inconsistencias en la declaración de la denunciantes, quien afirmó en su testimonio de ayer que nunca se le había insinuado ninguna conducta inapropiada antes del hecho y que, si eso hubiera ocurrido, nunca volvería a consultar con ese médico. Sin embargo, en la denuncia del Ministerio Público, la víctima declaró que sabía cuándo ocurrió el supuesto hecho, que reaccionó corriendo con la pierna y salió llorando, contradiciendo luego su declaración de ayer, en la que negó haberse ido llorando y continuó el tratamiento con su madre en la consulta.
Otro punto destacado fue la discrepancia respecto a la presencia de la madre durante las consultas: en la denuncia, la víctima afirmó que su madre no estaba en la sala, mientras que en la declaración de ayer indicó que sí estuvo y que continuó en la misma consulta, sometiendo a su hija al mismo tratamiento.
Asimismo, Romero enfatizó que la denuncia fue presentada mucho tiempo después del posible hecho, y que la denunciada realizó una carta documento solicitando una suma de dinero de forma casi extorsiva, a modo de que si no se le entregaba, se procedería a la denuncia. Esto, según el abogado, evidencia un posible móvil de la víctima, y que en un lapso de meses, sin otras denuncias ni testimonios, se haya construido un relato tan grave contra su cliente.
El abogado también abordó otros aspectos, como la supuesta omisión en el uso de guantes durante las prácticas ginecológicas. Romero explicó que su cliente, en todas las consultas, cumple con los protocolos médicos: utiliza diferentes tipos de guantes desechables y otros elementos, y que en ningún momento se registró una conducta irregular.
En cuanto a las prácticas en los consultorios, defendió que las puertas se cerraban con llaves para garantizar la privacidad de las pacientes, en un contexto donde no hay biombo en el lugar, y que siempre se avisaba previamente a las pacientes sobre esta medida. Además, señaló que en las instalaciones del Hospital de la Madre y el Niño también se emplean sistemas de seguridad similares.
Otra de las cuestiones que Romero mencionó fue la posible relación de amistad o familiaridad entre el médico y las familias de algunas pacientes. La denunciante, de 24 años, aseguró que no mantenía ninguna relación con el doctor más allá del vínculo médico-paciente, y que se atendía con él en aproximadamente su quinta consulta. La defensa sostiene que estas relaciones no afectan la presunción de inocencia, y que las contradicciones en las declaraciones podrían estar vinculadas, según señala, a la vulnerabilidad de la víctima y su estado emocional durante los hechos.
La denuncia también hizo referencia a supuestos acercamientos inapropiados, como que el profesional se aproximaba demasiado y olía las partes íntimas de la paciente. Romero explica que no existen pruebas de estas afirmaciones y que todas las interacciones se realizaron siguiendo los protocolos, como el uso de espéculos y otros instrumentos descartables, y que la práctica de la atención médica no se vio comprometida.
Por último, el abogado reiteró que, ante la falta de pruebas fehacientes, contradicciones en las declaraciones y la existencia de una denuncia presentada mucho tiempo después del supuesto hecho, solicitará formalmente el sobreseimiento de su cliente en base a los elementos existentes en el expediente.