En un esfuerzo conjunto y tras días de tensión, la Cooperativa La Riojana anunció la ratificación de un acuerdo que garantiza la continuidad laboral de sus 248 trabajadores y trabajadoras, en medio de una difícil situación económica que afecta al sector vitivinícola en la provincia.
El pasado martes 10, en una reunión llevada a cabo en Chilecito con la presencia de la Secretaría de Trabajo de la provincia, representada por Miriam Espinosa, y delegados del sindicato SOEVA y de la cooperativa, se logró un acuerdo que evitará suspensiones y cesantías, al menos por los próximos 180 días.
César Taquía, secretario general del gremio SOEVA, explicó que en el encuentro se lograron avances importantes, incluyendo la protección de la fuente laboral y el mantenimiento de la jornada laboral habitual de lunes a viernes de 8 horas, sin reducción en los salarios. Además, se acordó el pago de la deuda salarial del mes de marzo a junio, que la cooperativa adeudaba, en los primeros días de julio.
En cuanto a la situación salarial, Taquía indicó que los trabajadores percibirán un monto total de 500.000 pesos hasta el 10 de julio, y que el pago completo se realizará antes del 15, correspondiente a salarios y sueldos. La decisión fue recibida con satisfacción por parte de los empleados, que valoraron la conservación de sus empleos y sus ingresos, en un contexto marcado por la incertidumbre y nerviosismo.
Respecto a posibles retiros voluntarios, el gremio aclaró que estos serán decisiones individuales, que cada trabajador puede analizar y aceptar si lo desea, sin imposiciones por parte de la empresa. Por lo que se encuentra abierta la posibilidad de que algunos empleados opten por un retiro, tras conversar con recursos humanos.
Por su parte, desde la cooperativa expresaron satisfacción con el acuerdo alcanzado, calificándolo como un resultado positivo y en línea con los deseos de ambas partes, en una reunión que duró más de tres horas y que se mantuvo en un tono constructivo.
No obstante, el panorama para el sector vitivinícola provincial continúa siendo desafiante. Tanto Taquía como otros dirigentes gremiales subrayaron la dificultad que representa la baja en el consumo de vino, atribuida a la situación económica general, que afecta el poder adquisitivo de la población y reduce la demanda del producto, considerado no de primera necesidad.
En un análisis a futuro, el gremialista indicó que, si bien la situación en 2025 muestra ciertos avances, aún es prematuro hablar del 2026, ya que las medidas nacionales y la economía en general siguen siendo inciertas. La situación de las bodegas, en particular la cooperativa La Riojana, sigue siendo vulnerable ante una coyuntura económica adversa que golpea también a pequeñas y medianas bodegas en la región.