En el marco de la cocina tradicional y contemporánea, la chef Ayelén Véliz se sumerge en una demostración en vivo donde se combinan la ciencia de la gastronomía y la innovación. “La cocina es un laboratorio donde se prueba y se experimenta con sabores”, comenta Ayelén, quien ha dedicado años a perfeccionar sus recetas. Su enfoque hoy es un ingrediente especial: la algarroba.
Con el fin de ayudar a los estudiantes durante la época de exámenes, Ayelén ha preparado una receta rápida y sencilla: un mug cake de algarroba. Esta deliciosa tortita individual se puede preparar en menos de cinco minutos con utensilios mínimos: una cuchara, una taza y un microondas. “Puedes usar varias tazas si deseas, pero asegúrate de llenarlas hasta la mitad para evitar derrames”, aconseja.
La chef comparte una clave importante: “Cuando la mezcla tenga la consistencia adecuada, ya está lista. Tengan cuidado de no llevar la cuchara al microondas y asegúrense de usar un recipiente apto para este fin”. Mientras mezcla los ingredientes, recuerda que esta receta es perfecta para un capricho dulce entre clases.
Los ingredientes para el mug cake incluyen:
- 4 cucharadas de harina leudante (o harina común con una cucharadita de polvo de hornear).
- 2 cucharadas de harina de algarroba.
- 3 cucharadas de azúcar (puede ser menos, ya que la algarroba es naturalmente dulce).
- 3 cucharadas de leche (entera, descremada o en polvo disuelta).
- 1 huevo.
- 3 cucharadas de aceite (de girasol o el que prefiera).
- Esencia de vainilla al gusto (opcional).
“Ten en cuenta que la algarroba es muy valorada por los turistas, aunque aquí a la gente le cuesta un poco más aceptarla. Sin embargo, ahora hay más cocineros y cocineras que están incorporando esta materia prima en sus recetas”, explica Ayelén.
Además de su labor en la cocina, Ayelén está desarrollando una carrera que abarca la comercialización de sus productos. Actualmente, trabaja en el restaurante «Orígenes», ubicado en el Paseo Cultural Castro Barros, donde se destacan los productos riojanos. “Ahí mostramos las delicias que ofrecemos y también hacemos eventos particulares, donde la algarroba tiene un lugar destacado”, añade.
Hoy, Ayelén también nos comparte una receta clásica: galletas de algarroba. “Vamos a usar 75 gramos de manteca y 40 gramos de azúcar. Coloco menos azúcar porque la algarroba ya aporta dulzura. Agrego una yema de huevo: es súper sencillo, solo hay que mezclar los ingredientes y cocinar”, dice mientras trabaja en la preparación.
Continuando con la receta, enfatiza la importancia de la manteca: “Debe estar pomada, es decir, con una consistencia cremosa. Sacarla un rato antes del frío es clave; en invierno tarda un poco más, pero en verano es rápido”.
A continuación, mezcla los ingredientes secos: “Agrego la harina, la harina de algarroba y el polvo de hornear en un solo bol. Si tengo harina leudante, no es necesario agregar ningún otro levantador”. También sugiere el uso de bicarbonato con un medio ácido para activar el leudado: “Puede ser leche, un poco de vinagre o jugo de limón”.
Sobre la forma de llevar sus dulces a las juntadas con amigos, Ayelén comenta: “Yo siempre digo que al llegar al mate, ustedes me cocinan lo dulce. Me encanta llevar cosas para compartir”.
“Esta masa no necesita ser trabajada como una masa de pizza; no quiero formar gluten para que quede blanda y se deshaga en el paladar. Buscamos un resultado suave para estas galletitas”, afirma.
En cuanto a sus planes a futuro, Ayelén cursa estudios en nutrición y tiene la intención de combinar esta área con la pastelería. “Me gustaría crear una pastelería que ofrezca productos saludables para que la gente conozca los beneficios de ingredientes como la algarroba”, expresa con entusiasmo.
Finalmente, la chef anima a quienes sienten temor por la repostería: “Hay que perderle el miedo, probar y experimentar. El error es parte del proceso”.