Biden, en el centro de la escena con un llamado a volver al multilateralismo

Un mes después de llegar al poder con la decisión de una diplomacia en las antípodas de la que aplicó Donald Trump, el presidente de Estados Unidos fue la figura central de la primera reunión, por videoconferencia en este caso, con sus aliados del G7.

Un mes después de llegar al poder con la decisión de una diplomacia en las antípodas de la que aplicó Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue hoy la figura central de la primera reunión, por videoconferencia en este caso, con sus aliados del G7, en la que hubo promesas de regresar al multilateralismo, una aspiración que tiene en la pandemia del coronavirus su primera prueba.

«Intentaremos hacer que el 2021 sea un año crucial para el multilateralismo y lograr una recuperación que garantice la salud y la prosperidad para nuestra población y el planeta», señala la declaración final del G7, cuyo encuentro encabezó el primer ministro británico, Boris Johnson, a cargo de la jefatura temporal del grupo.

La reunión virtual, que juntó a los líderes de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Canadá, Italia y Japón y de la que participaron representantes de la Unión Europea (UE), estuvo atravesada por el debate sobre las políticas sanitarias para enfrentar la pandemia, aunque también hubo expresiones hacia otras temáticas.

La de hoy fue la primera deliberación desde abril del año pasado, cuando la pandemia obligó a suspender la cumbre que organizaba Trump, y Londres todavía espera albergar en junio un encuentro de primer nivel en la estación balnearia de Cornualles, en el suroeste de Inglaterra.

Para Biden no fue la única actividad internacional, porque después de su exposición ante el G7, se sumó a la conferencia de seguridad de Múnich, la primera vez que un presidente estadounidense asiste a esta cita anual de jefes de Estado, diplomáticos y expertos en seguridad.

«Estoy enviando un mensaje claro al mundo: Estados Unidos está de vuelta, la alianza transatlántica está de vuelta», dijo entonces Biden, en una ratificación de la línea que exhibe desde antes de asumir.

Pero antes, en la conversación del G7, los dirigentes reconocieron este nuevo estado de situación y llamaron a convertir 2021 en «un punto de inflexión para el multilateralismo», aplicándolo en primer lugar a la pandemia.

«De nuevo, el multilateralismo tendrá más opciones dentro del G7», sintetizó la canciller alemana Angela Merkel.

El grupo saludó además el avance en el Acuerdo de París y reafirmó su compromiso de eliminar las emisiones nocivas antes de 2050.

La declaración final anuncia el respaldo colectivo a la vacuna contra la Covid-19 con ayudas de hasta 7.500 millones de dólares, en particular a través del programa Covax de la ONU, dirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que Washington se acaba de reintegrar tras la estrepitosa salida de Trump.

Además de Estados Unidos, la Unión Europea duplicó su contribución hasta los 1.000 millones de euros (1.210 millones de dólares), y Alemania anunció que aportará 1.500 millones de euros suplementarios (unos 1.800 millones de dólares) a la lucha mundial contra la pandemia.

Cerrado el compromiso de las potencias de ayudar a una mejor distribución de las vacunas y hasta de donar porcentajes de las dosis ya compradas, la atención se trasladó a Múnich, donde Biden haría otra presentación en una escenario internacional, al lado de Merkel y el francés Emmanuel Macron.

Fue ahí donde el estadounidense proclamó el “regreso” de EEUU al multilateralismo y pidió a los aliados tradicionales de Washington que recuperen la confianza en su país.

«Estados Unidos está decidido a volver a comprometerse con Europa, a consultar con ustedes, a recuperar nuestra posición de liderazgo confiable», remarcó Biden, quien evaluó que las “asociaciones” entre su país y Europa “han perdurado y crecido a lo largo de los años porque están arraigadas en la riqueza de los valores democráticos compartidos, y no son transaccionales”.

Para el jefe de la Casa Blanca, la fuerza colectiva es “la única forma de tener éxito” cuando la contienda mundial entre democracia y autocracia está en un «punto de inflexión».

«En demasiados lugares, incluidos Europa y Estados Unidos, se está atacando el progreso democrático», dijo Biden, según la agencia AFP, y aclaró que no pretendía un regreso a «los bloques rígidos de la Guerra Fría», sino una tarea en común en cuestiones como la pandemia y el cambio climático.

Críticas a Moscu y China

Aún así, reservó duras críticas a Rusia y China por las “amenazas” que plantean, no únicamente a EEUU sino a Europa toda.

«El Kremlin ataca nuestras democracias y usa la corrupción como un arma para intentar socavar nuestro sistema de gobierno. El presidente Vladimir Putin busca debilitar el proyecto europeo y nuestra alianza de la OTAN», advirtió.

Y juzgó que para Moscú «es mucho más fácil intimidar y amenazar a estados individuales que negociar con una comunidad transatlántica fuerte y estrechamente unida».

Del mismo modo, instó a los aliados europeos a unirse ante los retos políticos y económicos que plantea China, porque es posible «hacer frente a los abusos económicos y la coerción del gobierno chino que socavan los cimientos del sistema económico internacional».

Le tocó a la anfitriona expresar el visto bueno de Europa a esta nueva postura de EEUU: “el multilateralismo se ve impulsado por el cambio en el Gobierno de Estados Unidos; la administración de Biden ya lo ha demostrado con sus primeras decisiones», resaltó Merkel, por el retorno de Washington al Acuerdo de París y a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Fuente: Telam

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