Muchos no saben que la capital argentina se encuentra dentro del ranking de los centros urbanos, con más riesgo de sufrir inundaciones por el calentamiento global. Ahora bien, ¿es posible que pase esto?
Nuestro planeta pide a gritos ponerle fin al calentamiento global, pero los humanos se niegan a escucharlo. Las transformaciones que está sufriendo como consecuencia del cambio climático son severas y afectan a todos los seres vivos que habitan en la Tierra. Un tema de extrema preocupación es el repentino cambio de los patrones meteorológicos, que amenaza la producción de alimentos y el aumento del nivel del mar. A su vez, incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas.
La devastadora inundación que sufrió el estado de Río Grande do Sul, al sureste de Brasil, con 149 muertes, encendió las alarmas y además, hizo reaparecer un gran debate: cómo impactará en las grandes ciudades los posibles efectos del calentamiento global y cuáles serán sus consecuencias sobre las vidas de los seres humanos, las otras especies y los ecosistemas en general.
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) está formada por la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano y en total cuenta con 40 municipios. Esta zona se encuentra dentro del ranking de los 20 grandes centros urbanos del mundo con riesgo de sufrir inundaciones por si hubiera un calentamiento de 3° en la temperatura promedio del planeta Tierra en el futuro, según un estudio de científicos de Climate Central de los Estados Unidos. En ese ranking, también figuran las ciudades de Nueva York, Estados Unidos, y Tokio, Japón.
¿El AMBA podría inundarse como Porto Alegre?
El AMBA podría quedar bajo el agua en un futuro o al menos parte de ella. Así lo afirma un estudio publicado por la revista Nature Climate Change que colocó a la capital porteña como una de las que más riesgo corre en la región de sufrir este destino. Como este, son varios los reportes científicos que pronostican un riesgo de que esta capital se inunde parcial o permanentemente y su principal culpable es el calentamiento global.
Ahora bien, estas proyecciones esperan este tipo de tragedias dentro de varias décadas, sin embargo, podrían llegar antes de lo que se creía. Diferentes fuentes científicas reconocen que las consecuencias del cambio climático, que se habían pensado para un futuro un poco más lejano, están ocurriendo ahora. Un claro ejemplo de lo que está pasando en nuestros países vecinos: Brasil y Uruguay.
Esto no quiere decir que Buenos Aires se convertirá pronto en la nueva Venecia, pero los últimos eventos meteorológicos que ocurrieron en diferentes partes del mundo encendieron las alertas sobre todas las ciudades costeras.
Hay dos factores que son un hecho para los científicos y gobiernos del mundo. Primero, que la temperatura global está aumentando, y segundo, que esto corresponde al aumento de la concentración de dióxido de carbono (Co2) y de otros gases de efecto invernadero.
Según la NASA, hoy tenemos 425 partes por millón de Co2 en el aire, y la temperatura aumentó 1,5° C con respecto a la época previa a la industrialización. Esta comparación es clave, ya que los científicos atribuyen este aumento de concentración de gases a la actividad humana, especialmente la de los últimos 150 años.
Si bien 1,5° C parece poco, este cambio no se había registrado nunca de forma tan veloz y trae modificaciones en los climas de todo el mundo. Además, la tendencia de la temperatura sigue en aumento. Por eso, ese tan temido calentamiento de 3° podría llegar antes de lo pensado y dejar gran parte del AMBA bajo el agua.