La advertencia la hizo el presidente Alberto Fernández jefe luego de que el laboratorio Pfizer desmintiera a la presidenta del PRO Patricia Bullrich por haber acusado al ex ministro de Salud Ginés González García de pedir sobornos para la compra de vacunas contra el coronavirus.
Fernández afirmó este lunes que las acusaciones sobre supuesto pedido de sobornos a Pfizer para compra de vacunas vertidas contra el Gobierno por la jefa del PRO, Patricia Bullrich, son «una difamación imperdonable» y dijo que la dirigente macrista «esta vez se cruzó con uno que le dijo vas a parar de mentir».
El Jefe de Estado rechazó así las afirmaciones de Bullrich, quien también fue desmentida por Pfizer, y ratificó que demandará judicialmente a la exministra de Seguridad de Juntos por el Cambio.
«Lo que dice es falso; nunca nadie le pidió a ningún laboratorio que haya un intermediario para vendernos vacunas» contra el coronavirus, «nadie pidió sobornos ni nada parecido; no es un exceso político, es una difamación imperdonable».
Añadió que estas afirmaciones de la dirigente macrista «generan estupor ante los ciudadanos que esperan las vacunas con ansiedad y que con mucho esfuerzo estamos trayendo, producto de negociaciones muy difíciles con países que tampoco producen vacunas para satisfacer las necesidades del mundo y de la Argentina en particular».
Abundó diciendo que «en democracia hay que cuidar ciertas cosas y lo primero que exige la convivencia democrática es la no difamación, no soportar la mentira, no utilizar la mentira como mecanismo de posicionamiento político porque nos lleva a cualquier lado».
«Lo vivimos en los años recientes, con imputaciones falsas, difamaciones, injurias, procesos basados en mentiras; es una práctica a la que hay ponerle punto final para que sea posible la convivencia democrática», sentenció.
Fernández resaltó que «nunca fui cuestionado por haber cometido un acto ilícito o un acto que me enriquezca; pero no quiero dejar pasar por alto esto, hay que ponerle un límite: que me critiquen es parte de la democracia, que me difamen no».