En Roma, la ministra de Salud Carla Vizzotti participa de la Reunión de Ministros y Ministras de Salud del G20, el foro internacional que reúne a las veinte naciones más industrializadas del mundo.
El objetivo de este encuentro de dos días en la capital italiana es discutir las estrategias de coordinación para avanzar en la lucha contra la pandemia del COVID-19. Durante el primer día de conversaciones, los ministros y ministras acordaron aumentar la distribución equitativa de vacunas a los países necesitados.
El ministro de Salud italiano Roberto Speranza dijo que esperaba que la reunión produjera lo que denominó «pacto de Roma», sobre la distribución de vacunas.
«Solo trabajando juntos podemos garantizar una distribución más justa de las vacunas COVID-19», expresó Speranza antes de la reunión celebrada en Italia, que actualmente ocupa la presidencia rotatoria del G20.
El ministro italiano dijo que se necesita hacer más «para cerrar la brecha entre los países más ricos y los más pobres» en la distribución de vacunas.
La vacuna COVID es un «derecho, no un privilegio»
Speranza agregó que era optimista sobre el resultado de esta reunión, que incluirá compromisos para garantizar que las vacunas sean «el derecho de todos y no solo un privilegio de unos pocos». Los organizadores de la reunión dijeron en un comunicado que el objetivo de la reunión de ministros era enviar «un fuerte mensaje de cooperación, solidaridad y justicia, con la firme convicción de que nadie debe quedarse atrás».
La reunión del ministro de Salud se produce antes de la cumbre de líderes del G20, que se realizará en Roma el próximo 30 de octubre.