China se encamina a ser una de las sociedades más ancianas del mundo

La disminución de los matrimonios, el aumento del costo de la vivienda y la educación, la fertilidad más tardía de las mujeres que privilegian su carrera profesional y el exceso de hombres debido a la preferencia tradicional por los hijos varones, son algunos de los motivos por los que se derrumba la tasa de natalidad y que hoy, con el nuevo permiso para el tercer hijo, el país intenta revertir.

La mano de obra del gigante asiático alcanzó en 2012 su cifra máxima de 940 millones de personas, pero en 2014 disminuyó a 930 millones.

En el momento que empezó a regir la posibilidad de que los ciudadanos chinos pudieran tener dos hijos, el profesor de Economía de Renmin, Zhang Yu, explicó que el envejecimiento de la población impacta fuertemente sobre los propios jóvenes que reproducen la tradición china de que los hijos cuidan a sus padres cuando son ancianos «a diferencia de otros países donde eso se carga al gasto social o los sistemas solidarios de pensiones».

En 2016,Lu Jiehua, del Instituto de Estudios de la Población, vaticinó: «Entre 2017 y 2019 puede haber un mayor número de nacimientos, pero en cinco años se va a regresar al nivel de ahora, por lo que a partir de 2020 habrá que ver si se amplía la política», en alusión a que quizá entonces se permitiera ya tener tres o más hijos.

En ese año había unos 15 millones de nacimientos anuales en China y se esperaba llegar a los 20 millones hacia 2020, una cifra que el país no alcanza desde 1997. Pero con una pandemia que sorprendió al mundo entero, el año pasado el número de nacimientos cayó a 12 millones, contra 14,65 millones en 2019, año en el que la tasa de natalidad (10,48 por 1.000 habitantes) ya era una de las más bajas desde la fundación de la China comunista en 1949.

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