Tendría la capacidad de imitar la gravedad y la atmósfera de la Tierra gracias al sistema de rotación de la megaestación y a las reservas de nitrógeno de ese planeta.
Un grupo de investigadores finlandeses proponen un hábitat humano permanente en la órbita de Ceres, un asteroide masivo y un planeta enano en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter.
Según el equipo, este “asentamiento de megasatélites” podría construirse recolectando materiales de la propia Ceres.
¿Les suena familiar? Si es así tal vez sean fanáticos de la popular serie de televisión “Te Expanse”, que también es una serie de libros de ciencia ficción, en la cual la estación Ceres juega un papel fundamental como una de las primeras colonias humanas por fuera de la Tierra. La diferencia es que en esa serie la roca espacial se hizo girar para crear un hábitat tripulado en su superficie con gravedad artificial.
Lo que proponen los científicos, en un artículo publicado por airXiv la semana pasada, el equipo argumenta que Ceres sería un lugar privilegiado para construir un hábitat humano porque tiene nitrógeno, un elemento esencial para para la creación de una atmósfera similar a la de la Tierra.
Plantean que el medio ambiente en este mundo podría ser “mejor que la Tierra”, pues no hay condiciones climáticas adversas ni desastres naturales, además hay mucho espacio vital para crecer.
Para hacer esto posible habría que construir una serie de satélites giratorios más pequeños que se unan entre sí creando ataduras magnéticas para conformar un satélite masivo con forma de disco.
Al hacer girar esta estructura masiva alrededor de Ceres, se podría lograr una gravedad artificial aproximadamente igual a la de la Tierra, pero para alcanzarla debería poder realizar una rotación completa alrededor del planeta enano en solo 66 segundos.
En las conexiones de cada hábitat estarían vehículos parecidos a los trenes maglev – de levitación magnética- que dan una experiencia ingrávida para los pasajeros.
“Cuando se encuentra por primera vez, la ingravidez provoca náuseas y vómitos en algunas personas”, se lee en el documento. “Sin embargo, en un asentamiento donde las personas experimentan ingravidez ocasional desde la infancia, es plausible pensar que pueden tolerarlo bien durante los viajes cortos”.
El asentamiento también podría actuar como un trampolín hacia otros tramos del sistema solar.
“La motivación es tener un asentamiento con gravedad artificial que permita el crecimiento más allá del área de vida de la Tierra, al mismo tiempo que proporciona un fácil viaje dentro del asentamiento para los habitantes y una densidad de población razonablemente baja de 500 / km2”, se lee en el resumen. Eso es sobre la densidad de población de Nueva Jersey.
Gracias a su baja gravedad y su rápida rotación, los investigadores argumentan que un “ascensor espacial es factible”, lo que permite un fácil transporte de materiales desde Ceres a otros asentamientos sin la necesidad de mucho combustible.
Entonces, ¿qué pasa con la radiación espacial y la amenaza de impactos de meteoritos? El equipo también ha considerado esas amenazas. Proponen un conjunto de espejos cilíndricos masivos que podrían hacer una doble función al recolectar la luz solar y pasarla al hábitat, al tiempo que bloquean los meteroides de escala submétrica.
Los científicos que publicaron el documento creen que cada vez estamos más cerca de construir nuevos hábitat humanos fuera de la Tierra, una empresa que está cada vez más lejos de ser exclusiva de las novelas o series de ciencia ficción.