La lic Gabriela Aguirre Docente UNLAR, Carrera Lic Economía en el Departamento de Ciencias Sociales, Economía Monetaria y Desarrollo Económico explicó en la columna de hoy las cuestiones que preocupan a la sociedad, aquellas que afectan en su vida diaria. Hace 5 años que los argentinos identificamos como nuestro principal problema a la inflación.
La relación entre los salarios y la dinámica creciente del proceso inflacionario que observa nuestro país, preocupa en nuestros hogares porque lo que se traduce al día a a día es la permanente pérdida de poder de compra que tienen los salarios frente al aumento de precios generalizado, pero que de manera importante se traduce en tarifas, combustibles, y rubros como alimentos, medicamentos entre otros.
Las situaciones de precarización, los acuerdos paritarios sectoriales y la inflación en un entorno donde las cuestiones de la política no parecen apuntar a aclarar el panorama de los hogares, puede complicar aún más la frágil situación de muchos si el precio del trabajo sigue siendo sujeto de consideraciones parciales o sectoriales que determinan que se atrase aún más respecto de la dinámica de la inflación, aunque la pregunta ronda más en qué hacer para que la inflación baje, y esto es una decisión de política económica que si está en manos del gobierno.
En este mes de mayo la preocupación por la inflación alcanza al 92% de las personas, sumado a la incertidumbre económica, sobre la continuidad y la eficacia de las medidas económicas con un 75% de la ocupación le sigue la inseguridad sobre todo en áreas de conurbanos
Por la fuerte aceleración inflacionaria en lo que va del 2022, en D’Alessio IROL – Berensztein decidimos indagar más sobre esta cuestión, en particular en lo que respecta a la diferencia de crecimiento entre salarios e inflación. En primer lugar, consultamos a los participantes: ¿Cómo se comportaron sus ingresos con respecto a la inflación en el último año.
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