En dialogo con Radio UNLaR, la Dra Daniela Belmont, dermatóloga del Hospital Universitario Virgen María de Fátima explicó, a raíz del primer caso detectado en Argentina, que la viruela del mono no es una enfermedad propia de nuestra zona, sino que es común en África.
Belmont informó que el periodo de incubación es de 7 a 14 días y los síntomas más comunes son fiebre, inflamación de ganglios, hasta que eventualmente se muestran marcas en la piel. Estas marcas comienzan en la cara y luego se generalizan al resto del cuerpo.
«Para esta enfermedad existen tratamientos específicos, aunque son muy costosos y todavía no son de fácil acceso en nuestro país. Es una enfermedad del 1 al 10% de mortalidad».
La profesional comentó que como toda virosis, desde los primeros síntomas hasta que las lesiones o ampollas se convierten en costras, uno puede contagiar. Se transmite por cualquier líquido expulsado por la boca, nariz o a través de relaciones sexuales. Se recomienda mantener un aislamiento hasta que todas las lesiones hayan desaparecido.
«La viruela humana está erradicada completamente hace muchos años. El contacto con animales devino en esta variante. Lo que la hace diferente a otras enfermedades es la manifestación en la piel». El aislamiento y el tratamiento adecuado ayudan a que se controle la situación, por lo que no debería generar mayores repercusiones, sentenció.
Además de los monos, las ardillas también pueden contagiar.
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