El Gobierno Nacional decidió que el presupuesto del 2024 sea el mismo que el del año anterior. Convocatoria a un paro y la provocación de Manuel Adorni: “La creación de universidades se ha convertido en un negocio más de la política”.
El problema que atraviesan las universidades es fácil de comprender: con una inflación que supera el 250% interanual, en el 2024 tendrán el mismo presupuesto que tuvieron en el 2023. Desde hace semanas, el secretario de Educación, Carlos Torrendel, y el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, reciben a los rectores de todo el país, los escuchan y después repiten: “No hay plata”. Y aunque en algún encuentro deslizaron que existe la intención de aumentar en un 65% las partidas de los gastos de funcionamiento, la información no fue confirmada de manera oficial.
Mientras tanto, las consecuencias se comienzan a observar: hay instituciones que ya dictaron la emergencia económica, que restringieron la cantidad de alumnos por materias, que cerraron oficinas que eran alquiladas, que suspendieron la compra de insumos o el service de equipamientos, o que echaron mano a sus propios ahorros. Los más alarmistas dicen que, si la situación no cambia, no se podrán garantizar las clases más allá de abril o mayo.
La tensión escala. Hace dos semanas, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) -que nuclea a los rectores y rectoras de todo el país- publicó un comunicado en el que advertía la gravedad de la situación. Desde entonces, las autoridades de cada universidad, las organizaciones gremiales docentes y no docentes y los estudiantes estuvieron realizando acciones en todas las provincias para exigir una actualización de los montos. En las últimas horas, el Frente Sindical de las Universidades Nacionales llamó a un paro de 24 horas para el próximo 14 de marzo.
Cuando asumió el gobierno de Javier Milei, desde el CIN reclamaron una actualización del 300% del presupuesto del 2023, que había sido de $752 mil millones. En total, los rectores habían planteado que iban a necesitar $2,5 billones. Pero eso no sucedió.
El ajuste del gasto público que propone el libertario, en este caso, se combina con una visión negativa por parte del gobierno hacia las universidades. Y, aunque en privado las reuniones son cordiales, en público el Gobierno las eligió como un nuevo enemigo.
Rectores en alerta
En Argentina existen 55 universidades nacionales públicas. El presupuesto que otorga el Estado Nacional es para cubrir los salarios y los gastos de funcionamiento no solo para el normal funcionamiento de las clases. En diálogo con PERFIL, Martín López Armengol, presidente de la Universidad Nacional de La Plata, explicó que el universo de afectación es mucho más amplio: “En nuestro caso son las 17 facultades, los cinco colegios, los comedores, el albergue y todo lo vinculado al bienestar, las becas y las obras de infraestructura. Todo entra en esta preocupación general que tenemos”, dijo.
Por su parte, el decano de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, Guillermo Durán, se detuvo en los tres puntos más conflictivos: el congelamiento de los gastos de funcionamiento; que la paritaria para docentes y no docentes haya sido “solo” del 16%; y la “asfixia” al sistema de ciencia y tecnología.
La motosierra ya pasó por las universidades
En algunas universidades la situación es drástica. La Universidad Nacional de Comechingones anunció que debían abandonar oficinas administrativas que se alquilaban debido a la falta de dinero. La gran duda en el corto plazo es cómo costearán servicios básicos. “Pagamos el año pasado $800 mil de luz. Ahora no sabemos cuánto tendremos que pagar”, contó a la prensa local Agustina Rodríguez Saá, rectora de la institución.
En el sitio de la Universidad Nacional de Quilmes se informó que “por el congelamiento presupuestario que sufren las universidades públicas, habrá nuevos topes para la inscripción a materias”. Las autoridades, además, explicaron que no podrán “costear cursos adicionales y contratos de docentes extra”. Una decisión similar anunció la Universidad Nacional de Hurlingham: “Estamos utilizando todos los canales de reclamo posibles y disponibles ante las autoridades del gobierno nacional para que revean esta decisión y cumplan con el presupuesto universitario para 2024 que fue acordado con todas y todos los rectores del país”, explicaron sus autoridades.
Marcelo Alba, el rector de la Universidad Nacional del Centro, contó que según sus proyecciones el presupuesto alcanza “para pagar salarios hasta mitad de año”.
Fuente Perfil