En medio de la escalada de tensión en Oriente Medio, el politólogo y analista internacional Damián Szvalb ofreció su visión sobre el conflicto actual entre Israel e Irán, y la influencia de Estados Unidos en la situación. Szvalb resaltó que la respuesta de Irán será clave para determinar el rumbo del enfrentamiento, señalando que un ataque limitado, como el que ocurrió hoy contra una base militar estadounidense, podría abrir la puerta a negociaciones y evitar una escalada mayor.
Según Szvalb, si Irán se mantiene en esa línea, existe la posibilidad de un entendimiento con Estados Unidos, aunque no necesariamente con Israel. «Estados Unidos no quiere escalar esto; busca mantener la situación como está», afirmó. Recordó las acciones de Donald Trump el sábado pasado, cuando, con apoyo de Israel, atacó instalaciones nucleares iraníes, pero destacó que luego el giro sería hacia la vía diplomática, buscando evitar un conflicto de mayor envergadura.
El analista también hizo referencia a la postura de Irán, que posiblemente busque no humillarse demasiado y, tras el daño sufrido, intente negociar para conservar su régimen. Sin embargo, advirtió que la capacidad de Irán para afrontar ataques y seguir golpeando es limitada, sobre todo ante el riesgo de una respuesta demasiado arriesgada de Estados Unidos.
En cuanto a la posibilidad de negociaciones, Szvalb explicó que Estados Unidos impondrá condiciones difíciles y que Irán, en su situación de vulnerabilidad, difícilmente tendrá una posición de negociación fuerte. Sin embargo, si Irán opta por redoblar la apuesta, podría intentar recuperar alguna suerte de poder de negociación, aunque el panorama no se presenta favorable para ello.
El análisis también abordó el rol de otros actores internacionales, como Rusia y China. «Ambas potencias apoyan a Irán en lo diplomático y político, pero no van a involucrarse militarmente», aclaró Szvalb. Rusia, en medio de la guerra en Ucrania, y China, centrada en sus intereses económicos y en su expansión en Taiwán, prefieren mantenerse al margen del conflicto directo en Oriente Medio.
Uno de los temas más delicados es el destino del uranio enriquecido de Irán, especialmente los 400 kg de uranio al 60% de enriquecimiento, cuya ubicación exacta aún es un enigma. Israel afirma saber dónde está, mientras que Irán y la comunidad internacional siguen en la incertidumbre sobre su destino.
Por último, Szvalb expresó preocupación por la repercusión en Argentina, dado que el país fue víctima en los años 90 de atentados atribuidos a Irán en Buenos Aires. La posición del gobierno argentino, alineándose con Israel y Estados Unidos en este conflicto, incrementa los riesgos de posibles acciones dirigidas desde Irán en la región. Sin embargo, advirtió que, por ahora, no hay motivos para alarmarse más allá de reforzar las medidas de seguridad.
El análisis concluyó en un escenario global cada vez más desordenado, con múltiples conflictos en curso y una tendencia a la desconfianza y la actuación unipersonal de los países. Szvalb cerró con una nota de cautela, señalando que, aunque el mundo está en una situación de incertidumbre, no necesariamente estamos ante una nueva guerra mundial, pero sí en un contexto de peligro y tensión constante.
