El ex tensita argentino, que recientemente confesó la difícil vida que atraviesa debido a su rodilla, tuvo su último partido y una tarde inolvidable.
Una historia más que completa, quizás, sin el mejor final. Pero los deseos se cumplen y Juan Martín del Potro lo merecía. Luego de las desgarradoras declaraciones sobre su convivencia con el dolor, tuvo su partido despedida y en una tarde inmejorable: El Último Desafío presentó al argentino y a Novak Djokovic en un duelo de exhibición y recibió los saludos de grandes figuras del deporte mundial.
El encuentro se llevó a cabo en el Parque Roca de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con una multitud que le rindió homenaje. Antes del partido que terminó en victoria, Delpo reconoció: “Éste es un día muy especial y va a marcar el punto final a mi carrera”. Nole, quien se convirtió en su amigo, lo acompañó en esta «locura» -así definió el tandilense a este evento-, y le dedicó unas palabras muy sentidas.
«Es un día muy especial para mí. Es una gran persona, un gran jugador y un gran rival», expresó Novak, mientras recordaba los momentos compartidos cuanto tenían 12 años y bromeaba con la diferencia de altura entre ambos: «Él tenía 12 años y medía dos metros».
