En diálogo con Radio UNLaR, el arquitecto Sebastián Calderón ofreció su perspectiva sobre el desarrollo urbano en la ciudad de La Rioja y planteó importantes cuestionamientos sobre cómo se está produciendo este crecimiento.
El profesional explicó que el término «desarrollo urbano» evoca una connotación positiva, representando el crecimiento y consolidación de una ciudad en términos favorables. Sin embargo, Calderon nos invita a reflexionar sobre qué tipo de desarrollo experimentó nuestra ciudad Capital y si ha sido sostenible en todos los aspectos.
Es innegable que La Rioja experimentó un crecimiento vertiginoso en los últimos 20 años, duplicando su extensión urbana. Sin embargo, “este crecimiento acelerado ha traído consigo desafíos significativos. La necesidad de infraestructura vial, servicios y recolección de residuos se volvió cada vez más apremiante, revelando una falta de planificación adecuada”, apuntó el experto.
Además, Calderon señala una preocupante depredación del entorno natural en los barrios del sur de la ciudad, donde se han sacrificado áreas naturales en aras de un supuesto desarrollo. Este accionar plantea interrogantes sobre el equilibrio entre el progreso urbano y la preservación del medio ambiente.
Uno de los aspectos en los que La Rioja creció es en la disponibilidad de espacios verdes de calidad. En los últimos años se observó un esfuerzo por mejorar los espacios públicos y ampliar las áreas verdes: “Estas iniciativas son fundamentales para brindar lugares de recreación, oxigenación y calidad de vida para los habitantes de la ciudad”, dijo Calderón.
La respuesta de la comunidad a estos cambios es evidente: los parques convirtieron en espacios de encuentro y convivencia, demostrando la amplia necesidad de contar con áreas públicas de calidad: “El ser humano es una especie social, y la existencia de espacios verdes adecuados contribuye al bienestar físico y emocional de la población”.