Luego de una serie de negociaciones entre los representantes de la Fundación para las Artes, que desde 1995 gestionaban un sector del primer piso y el segundo piso completo de las Galerías Pacífico, el Centro Cultural Borges vuelve al Ministerio de Cultura de la Nación. A partir de este año, el ministerio a cargo de Tristán Bauer sumará un espacio de diez mil metros cuadrados en pleno centro porteño, que serán destinados al arte, la cultura y a honrar la trayectoria del escritor Jorge Luis Borges. Según informaron desde el Ministerio de Cultura, luego de una “importante y cordial negociación con la Fundación para las Artes”, que dirige Roger Alua, se dio por cerrado el acuerdo entre las partes y comenzará el proceso de restitución de este centro cultural ubicado en Viamonte esquina San Martín. Se anticipó que el objetivo central será profundizar su carácter patrimonial y la participación federal. Al mismo tiempo, se garantizó la continuidad laboral de los trabajadores del centro cultural.
El Museo Nacional de Bellas Artes tendrá a su cargo un sector privilegiado en el Borges; de este modo, volverá a la que fue su primera sede, allá en 1896. A mitad de los años 1940 se realizaron en el edificio los murales de Antonio Berni, Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino, Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro, que siempre fueron objeto de atracción para locales y visitantes. Allí también funcionaron la Asociación Estímulo de Bellas Artes, el Ateneo, el Centro Islas Malvinas y el taller del maestro Ángel Della Valle.
Otra noticia destacada es que el Museo Nacional de Arte Oriental, por fin, dispondrá de un lugar propio. Una sala del Borges será curada por la dirección del Palais de Glace, con acercamientos contemporáneos a su acervo, y también habrá un espacio dedicado a impulsar, promover y alentar el mercado de artesanías de la Argentina. Estas son algunas de las iniciativas que se desarrollarán en una primera etapa. Por ahora, no trascendió el nombre del director o la directora que se hará cargo del Borges. “Es muy pronto, recién iniciamos el proceso de restitución”, informó una fuente ministerial.
“El Centro Cultural Borges, desde su nacimiento, estuvo vinculado al arte y a la cultura -se lee en el texto que difundió el Ministerio de Cultura este viernes por la tarde-. Se convirtió en una institución cultural referente en la región. Hoy inicia una nueva etapa que honrará su tradición, con el compromiso de profundizar su dimensión artística y cultural y ser un espacio que puedan disfrutar todos los argentinos y argentinas”. En los últimos años, el caudal de visitantes, el cuidado de las instalaciones y la calidad de las propuestas habían decaído en forma simultánea. La pandemia fue un tiro de gracia para los empresarios que financiaban el funcionamiento del Borges y aceleró a su vez las negociaciones con el Estado.
A cargo de los arquitectos Francisco Seeber y Emilio Bunge, el edificio se empezó a construir en 1891. Como se dijo, siempre fue un espacio vinculado al arte. A mitad de los años cuarenta, se inauguraron los murales de Berni, Spilimbergo, Castagnino, Urruchúa y Colmeiro en la cúpula. Estos fueron restaurados en dos oportunidades: en 1978, con la dirección de Berni, y en 1991, por un equipo argentino-mexicano dirigido por Manuel Serrano Cabrera. Luego de años de abandono, en 1989 fue declarado Monumento Histórico Nacional, pero al poco tiempo, durante la primera presidencia de Carlos Menem, se entregó en concesión a Galerías Pacífico S. A., que lo transformó en un centro comercial. Esto provocó una serie de denuncias del director de cine Fernando “Pino” Solanas; luego de que Solanas afirmara que se estaba ante un “negociado”, fue baleado por dos desconocidos y Menem lo denunció por calumnias e injurias. Desde 2000, el edificio pertenece al Grupo Sutton Dabbah.
En su ubicación actual y con la presencia del entonces rey de España Juan Carlos I, el Centro Cultural Borges se inauguró en 1995 con una muestra de Jorge de la Vega, la exposición Arte de Argentina 1920-1994, organizada por el Museo de Arte Moderno de la Universidad de Oxford; un espacio vinculado a la figura de Jorge Luis Borges y una sala en la que se exhibió pintura española de los siglos XIX y XX. El Borges cuenta con dos grandes pabellones, dos salas medianas y una pequeña sala teatral, que también funcionó como sala de cine arte. En el acceso ubicado en el primer piso y de libre circulación, se desarrollaba desde 2006 el ciclo dedicado al dibujo La Línea Piensa, con la curaduría de Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía.