La secretaria de Ambiente del Municipio Capitalino y docente de la UNLaR, Tania Rogel, en diálogo con Multimedio UNLaR, reflexionó sobre el Día de la Tierra, que se celebra este 22 de abril, y advirtió que lo alarmante son los residuos tecnológicos y electro electrónicos, denominados RAI, ya que no tienen disposición final que atenúe el impacto.
El Día Mundial de la Tierra fue establecido por la ONU en 2009 para generar conciencia sobre la importancia de la protección del medio ambiente y promover la sostenibilidad. Este día conmemora el nacimiento del movimiento ambientalista moderno en 1970, cuando millones de estadounidenses salieron a las calles para manifestarse por la contaminación y el daño al planeta. El lema del Día Mundial de la Tierra 2025 es «Nuestro Poder, Nuestro Planeta». Este lema se enfoca en el poder de la energía renovable y cómo su implementación puede lograr el objetivo de triplicar su producción para 2030.
Ante la consulta sobre qué es lo que más daña a la tierra explicó que “aparecen nuevas fuentes de contaminación de residuo”, precisó que “en la medida que nosotros vamos generando actividades como el tecnocapitalismo, que está reseñado en el Laudato Si de Francisco, que supone la necesidad de consumir y que por otro lado la tecnología resuelve mucho de los problemas que nosotros vamos generando como sociedad.
En ese contexto, Rogel señaló que “aparecen residuos como los vaper (cigarrillo electrónico), en reemplazo de los cigarrillos, y en búsqueda de tener menor perjuicio para nuestra salud y que hoy significa un nuevo residuo para en lo cual no tenemos una disposición final”.
Según la funcionaria “algo alarmante son los residuos tecnológicos y los electro electrónicos, que los identificamos como RAI, hay un crecimiento importante a nivel mundial, se ha pasado de 5.3 kilogramos por persona por año en termino promedio a 7.8 kilogramos”. “Si nosotros pensamos cuánto pesa un celular en promedio podemos ver cuántos celulares estamos desechando para tener una medida del impacto que estamos generando”, agregó.
Para finalizar Rogel consideró que “más allá de lo que nosotros los que nos dedicamos al ambiente venimos insistiendo que no es el impacto, sino la velocidad con lo que estamos generando el impacto, eso es lo más urgente para entender”.