Dieta e invierno: es posible la coincidencia

Alimentarse bien y sano sin salirse de dietas es totalmente posible en épocas de frio como las que estamos viviendo. Se pueden ingerir carbohidratos y proteínas sin desbordarse en los suculentos platos que nos tientan y no nos aportan salud a nuestros cuerpos.

En nota con “Hoy es Mejor” del Multimedio UNLaR, la nutricionista Mariana de la Colina dijo que a pesar del frio es posible mantener los buenos hábitos alimentarios para evitar las enfermedades propias de la estación, “estos cambios de temperatura traen muchas patologías asociadas, por ello es cuando mejor debemos estar alimentados” expresó la facultativa.

El cuerpo gasta más energía en el periodo invernal, debido a que el organismo se esfuerza para mantener la temperatura corporal “entonces pide los tipos clásicos de comidas sustanciosas y buscamos las harinas, guisos, dulces y otros platos calóricos que solo aportan más grasa al cuerpo”, en realidad, completo la especialista “lo que necesitamos es comer algo calentito y no ingerir desmedidamente calorías en los platos que ingerimos”.

La idea es ir cambiando las ensaladas frescas del verano por los buenos nutrientes que son los salteados de vegetales, cocidas al vapor o al horno. Hervidos en forma de puré o tortillas, al que debemos incluir las frutas que por ahí cuestan un poco más. De la Colina agregó que “podemos comer todo lo que se nos ocurra, pero tener en cuenta de no cocinar con aceites vegetales o animales porque al contacto con el calor se transforman en una grasa mala, entonces, en los casos de los aceites conviene incorporarlos de manera cruda, es decir sin pasarlo por el calor de cocción”.

En otro tramo la nutricionista dijo que es “necesaria la ingesta de aceite en nuestro cuerpo en pequeñas cantidades y las podemos encontrar en la palta, nueces, semillas de chía que es grasa buena”.

En este razonamiento De la Colina dijo que es importante respetar lo que se conoce como los tres macro nutrientes que estén presentes por lo menos en las 4 comidas diarias: proteínas (carne magra, huevos) y para los vegetarianos por ejemplo también pueden ser los huevos o el tofu que es el queso vegetariano”

El otro elemento, prosiguió la nutricionista, “son los carbohidratos que la mayoría de la gente las vincula solamente con las harinas y en realidad hay muchos alimentos que la contienen, lo que hay que cuidarse son las harinas refinadas presentes por ejemplo en los productos de panadería como galletas, facturas, pan, que, por lo general, contienen azucares, manteca, grasa, sal; en muchos casos en exceso. Entonces debemos buscar esos carbohidratos en granos enteros, integrales, arroz, legumbres avena, papa, batata, entre otros”.

“Las grasas buenas son el tercer elemento”, continuó de la Colina, “entre los que están presentes en los aceites crudos, mejor si este oleaginoso es de oliva, semillas, pescados, frutos secos” comentó.

Más adelante la nutricionista detalló como importante los micros nutrientes que también deberían estar presentes en nuestras ingestas diarias, donde entran las vitaminas, minerales, vegetales y frutas. “Yo siempre les digo a mis pacientes que se llaman los cinco al día, es decir, 3 frutas diarias y dos porciones de vegetales para completarlos”.

Por último, y ayudándonos a no cesar en el intento de mantener dietas para no sucumbir a las tentaciones de comidas que el invierno nos invita a ingerir, De la Colina, fue contundentemente realista: “La idea es siempre disminuir y no eliminar, a eso vamos”.

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