En medio de la atención renovada sobre La Rosadita, la casa del expresidente Carlos Menem en el departamento de Castro Barros, surge una disputa por la propiedad de una cabaña distante en las faldas del cerro. La familia Semino se considera propietaria de este enclave, ubicado a 8 km del centro de Anillaco, y ha manifestado su interés en el destino y posible uso de la misma.
Hermógenes Herrera, director de turismo de Castro Barros, ha expresado que la cabaña no forma parte del circuito turístico oficial sobre Menem promovido por el municipio, aunque se muestra entusiasmado por darle visibilidad y facilitar su visita a los turistas. En el marco de estas discusiones, también se destaca la intervención del Secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, quien ha anunciado planes de inversión para remodelar La Rosadita.
La incertidumbre sobre la propiedad de la cabaña plantea desafíos adicionales en su gestión y promoción como atractivo turístico. Mientras se discute el futuro de La Rosadita y sus alrededores, se abren interrogantes sobre la posible participación del gobierno, ya sea a nivel provincial o nacional, en el proyecto de revitalización de esta emblemática residencia presidencial.
En este contexto de debate e incertidumbre, la relevancia de La Rosadita como punto clave de interés turístico en la zona cobra protagonismo. La necesidad de mantener y mejorar la infraestructura para atraer visitantes y generar desarrollo económico local se presenta como un objetivo compartido por diversos actores en la región.